Uno dice “a mí no me importa quién sale campeón o abanderado”, pero... macana. Hasta la competencia más aséptica nos remueve alguna fibra íntima. Ayer mismo, cuando se conoció el listado de los países ideales para nacer en 2013 (y tener 30 años en el 2043), medio curso de computación para adultas mayores se acercó aun más a la pantalla. Querían saber dónde nos había ubicado The Economist Intelligence Unit.
Según esa nómina, Argentina ocupa el puesto número 40, ¡compartido con Cuba! No quisiéramos sonar peyorativos, y menos al compararnos con un país heroico cuya revolución arrancó en nuestra juventud, cuando creíamos en el Hombre Nuevo. Como sea, no hay forma de que Cuba ofrezca la misma cantidad de viviendas u oportunidades, aun en 30 años.
Torneos y competencias. Dicha “unidad” de The Economist se presenta como un “desprendimiento hermano” del influyente semanario británico. Su especialidad son las competencias socioeconómicas. Normalmente miden alrededor de 80 países, siempre los mismos. De América latina, sólo “ranquean” a México, Venezuela, Brasil, Costa Rica, Chile y Argentina, sin aclarar el criterio de selección.
¿De dónde sacan y cómo miden “las variables de salud, seguridad y prosperidad para las próximas tres décadas”? Una vez más, Suiza está al tope de la tabla, con un puntaje superior a 8. No vamos a abrir juicio sobre los queridos suizos, tan arios y neutrales. Pero no deja de ser una paradoja que la nación “ideal” sea una de las que redujo drásticamente los índices de natalidad. Esto se aplica a casi toda Europa y a Canadá. A no ser que menos nacimientos mejoren las condiciones de los próximos recién nacidos. Pero de ninguna manera pueden beneficiar a los futuros viejos.
Más objeciones. Estas mediciones siempre dar lugar a suspicacias. Por ejemplo, Israel ocupa el lugar número 20, por encima de Chile (23), Francia (26) o Costa Rica (30). ¿Cómo puede ser? Por bien que le vaya económicamente y sus continuos adelantos tecnológicos, Israel es un estado en continua beligerancia. No da la sensación de ser muy seguro para nacer y para crecer.
Sin embargo, estadísticas son estadísticas y aportan una atendible lectura de la realidad. Aunque suene increíble, varias urbes de Brasil (37) y México (39) tienen el triple de muertos semanales que Tel Aviv. Hay que animarse a asumir, de una vez por todas, que la droga es la guerra que más violencia siembra en el mundo. Sobre todo en esta parte, justo la nuestra.