Yamila Heram, la crítica de TV, discurso sobre un discurso

En la Argentina, primero fue el discurso y después la TV. En efecto, en los años 20 y 30 los diarios del país ya recogían las noticias sobre el nuevo medio y especulaban con su llegada a estas tierras. Habría que esperar a los años 60 para que madurara un discurso especializado sobre los programas de televisión en la prensa, mientras los aparatos de TV llegaban a 800.000 en el país, se multiplicaban los canales y se sofisticaba la programación. "En esos años aparece la crítica de TV como tal, con una tensión entre la fascinación del medio de masas y la exigencia de calidad según ciertos valores de otros productos culturales, como el cine y el teatro", apunta Yamila Heram, que eligió a la crítica de televisión como su objeto de estudio, una investigación que la ha llevado, desde la maestría y el doctorado hasta sus trabajos actuales, a mirar tanto las transformaciones tecnológicas y de usos de la TV como los cambios en el género de la crítica, que tiene sus particularidades. "Hay una tensión entre las características del medio y la crítica, que hace que no tenga legitimidad para decidir el consumo televisivo, como sí lo tiene la crítica de cine, y que sea vista como un género mejor", describe. En sus trabajos, para los que recopiló críticas de distintas épocas -trabajó en particular la década del 90, la de los multimedios y la privatización-, y entrevistó a críticos de TV, de teatro y de cine. "La TV se ha transformado, y la crítica también -apunta-. Es un objeto efímero, pero que hoy tiende a ganar más legitimidad con el desarrollo de la ficción televisiva como lugar de experimentación y consumo de culto, como sucede con las series", dice.

Edad: 34 años

Perfil: doctora en Ciencias Sociales (UBA), investigadora del Instituto Gino Germani, becaria posdoctoral del Conicet.

Su tema: crítica de televisión.

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