Un ángel salvador

São Paulo - El gol de Ángel di María en el minuto 117 de la prórroga a pase de Messi puso punto y final al suplicio de Argentina ante Suiza, que estuvo a tres minutos de llevar el encuentro de octavos a la tanda de penaltis.

Argentina se estampó ante una notable selección europea liderada por Xherdan Shaqiri, que generó un puñado de excelentes ocasiones. Pero la Albiceleste tiró de individualidades a falta de juego consistente. Messi y Di María se encontraron cuando los penaltis eran irremediables. El rosarino culminó con clase una incursión de la estrella del Barcelona.

El alemán Ottmar Hitzfeld puso a cinco centrocampistas y a cuatro defensas que gravitaban en torno del as argentino.

Cuatro helvéticos, le rodearon en varias ocasiones. Pocas veces se despegó de esa tela de araña, sobre todo en el primer tiempo.

Con Fernando Gago y Javier Mascherano en la sala de máquinas de Argentina, la conexión con Higuaín o Messi era una quimera. Partida como queda la medular de Argentina, la Pulga no tenía más remedio que bajar a recibir. Pero en el centro del campo le esperaba la emboscada suiza. En una ocasión escapó a ella en los primeros 45 minutos.

El extremo de Rosario estaba a pierna cambiada después de intercambiarse con Ezequiel Lavezzi. La inconsistencia argentina la aprovechó el Messi suizo, otro zurdo de 1,69 metros con quilates de fútbol. Xherdan Shaqiri. La joven estrella del Bayern Múnich estuvo en todas. Absorbió el frente de ataque helvético y sirvió dos excelentes oportunidades en el primer tiempo.

Al intervalo, Di María regresó a la izquierda y Lavezzi, a la derecha. Argentina acosó al país alpino. Higuaín cabeceó en escorzo y forzó a Benaglio a una excelente estirada. Messi estuvo a un palmo de derribar la cerca suiza, pero su remate se le escapó por encima del larguero. La prórroga dejó al 10 argentino aún más nervioso, que tuvo un roce con Gokhan Inler. La piernas pesaban para las dos selecciones.

Ni la entrada del creativo Rodrigo Palacio dio el lustro necesario a los argentinos. Los helvéticos respiraron un poco por el bajón físico de sus adversarios. Fue entonces cuando Suiza se gustó. Ante un desfondado rival, triangularon en el centro del campo con Shaqiri como maestro de orquesta. Los olés del público (brasileño) celebraban ver a Leo Messi, Higuaín y compañía correr detrás del balón.

Argentina quiso resolver antes de la tanda de penaltis. Di María, cuya energía es inagotable, cargó contra Benaglio. El meta voló para sacarla a córner. El jugador del Real Madrid fue quien más se ofreció en el repecho final, cuando nadie tenía aliento.

Leo Messi, cómo no, rompió por el centro y, poco egoísta, abrió para la derecha. Su compañero Di María ejecutó raso y puso a Argentina en los cuartos de final en el 117, cuando parecía que se llegaría a la tanda de penaltis. Aunque Dzemaili casi lleva el encuentro a los penaltis. Su cabezazo dio en el poste. Un libre directo en el 120 puso el nudo en la garganta de Argentina, pero el disparo de Shaqiri golpeó en la barrera.

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