El gobierno argentino anunció el viernes que recibió una alerta sobre un eventual ataque terrorista contra dos centros comerciales pero que luego de analizarla con otros países concluyó que la amenaza no era real.
"No hay elementos para alertarnos... Lo importante es transmitir la información y la tranquilidad a nuestra población", dijo en conferencia de prensa el secretario de Seguridad Sergio Berni, quien no especificó de dónde provino la alerta.
Berni estaba acompañado por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien no hizo declaraciones.
"Esta alerta los analistas la obtuvieron el día 27 (de octubre) y como dice el protocolo... se actúa con todos los recursos y luego gradualmente se va desactivando" el operativo de seguridad, explicó el funcionario.
Agregó que las autoridades argentinas cruzaron información con las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Israel y de otros países "para que analistas pudieran dar credibilidad al alerta o no".
"Hasta el momento, de todos los análisis que hemos realizado a partir del intercambio de información internacional, no hay elementos para alertarnos", sostuvo.
Un juez federal dispuso que el operativo de seguridad en los dos centros comerciales continúe por 48 horas "por una cuestión de criterio común", señaló el funcionario.
Horas antes de la conferencia de prensa medios locales difundieron una supuesta notificación de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad al jefe de la policía federal, Román di Santo, fechada el 27 de octubre en la que esa dependencia indicaba que había recibido información acerca de la "posible comisión de atentados por parte del grupo Ansar Dine, vinculado a Al Qaeda en el Magreb", contra los centros comerciales Unicenter, en las afueras de Buenos Aires, y Abasto, en la capital.
Dicha información provino, según la notificación, de una de las representaciones diplomáticas de Argentina en el exterior y motivó que la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal solicitara a la policía federal "elevar los niveles de seguridad, con especial énfasis en desplazamientos migratorios de los últimos días y movimientos en sus jurisdicciones, de ciudadanos con pasaportes otorgados por la República de Mali".
Argentina fue blanco de dos atentados. En 1992 una bomba destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires y en 1994 otra explosión demolió la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la capital. Según la justicia argentina Irán planeó ambos ataques, que causaron más de un centenar de muertos, y por los que nadie ha sido condenado.