El presidente sirio Bashar al Asad recibió el domingo al mediador sirio Lakhdar Brahimi, que intenta obtener la semana próxima un alto el fuego entre los insurgentes y el ejército, después de 19 meses de violencia, anunció la televisión oficial de Siria.
El viernes al llegar a Damasco, Brahimi, que realiza su segunda visita a Siria desde que asumió esta responsabilidad en representación de la ONU y la Liga Árabe, había indicado que sus conversaciones estarían centradas en "la necesidad de disminuir la violencia actual y en lo posible suspenderla en ocasión del Aid al Adha", del 26 al 28 de octubre.
El sábado, Brahimi tuvo una primera entrevista con el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Mouallem quien afirmó que el diálogo "lejos de toda intervención extranjera" era la única vía de salida para la crisis.
El emisario internacional también se reunió el sábado con miembros de la oposición tolerada por el régimen, entre los cuales Hassan Abdel Azim, portavoz del Comité de Coordinación para el Cambio Nacional y Democrático (CCCND).
El opositor advirtió contra la violencia que "ha alcanzado un nivel peligroso amenazando la soberanía y la independencia" de Siria, y expresó la esperanza de que un proceso político "lleve al país hacia un Estado civil y democrático como el que quieren los sirios".
Desde que comenzó el conflicto, en marzo de 2011, la violencias han dejado 34.000 muertos, según el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH), organismo con sede en Gran Bretaña.