Barrionuevo murió a las 9:00 p.m. del jueves en el Hospital Italiano, y unas horas después, en la madrugada del día siguiente, sus familiares llegaron a reclamar el cuerpo, informó La Nación, de Argentina.
Ellos no lo habían visto durante el tiempo en que él estuvo enfermo, y tal vez por eso, aunque les parecían extraños los rasgos de ser querido, no dijeron nada cuando iniciaron las honras fúnebres.
De hecho, sabían que Barrionuevo había perdido mucho peso mientras estuvo postrado en cama, tratando de recuperarse de sus dolencia.
"A todos les parecía que estaba raro, hinchado. Pero, entre el dolor y los nervios, nadie se animaba a decir que directamente asemejaba otra persona", declaró Sergio Barrionuevo, su sobrino, a La Nación.
Cuando ya eran las 4:00 p.m. del viernes, el teléfono sonó. Era una llamada del hospital en la que un empleado les explicaba que les entregaron el muerto equivocado y que el cuerpo estuvieron velando durante 10 horas era el de un hombre que murió a las 3 de la mañana.
"Cuando mi primo cortó con el (hospital) Italiano, empezó a descubrir el cuerpo y ahí, entre unas vendas en las piernas aparece la identificación, que no correspondía a mi tío", relató Sergio.
De inmediato, se fueron al hospital, donde vieron a los seres queridos del hombre que estuvieron velando.
“Ahí nos encontramos con la otra familia, que era la que había alertado que no encontraban a la persona fallecida", agregó el sobrino.
Juan Gras, al enterarse de lo ocurrido, responsabilizó a la empresa funeraria y a algunos empleados del centro médico.
"Debió haberlo corroborado, lo mismo que la seguridad del hospital. Lo retiran por una negligencia. Es llamativo que la familia no se haya dado cuenta", declaró Gras.
La funeraria, por su parte, asegura que, como la identificación de los dos cadáveres no era visible, retiró el cuerpo que le indicaron.