Lanzaron con éxito el Arsat-2 y el satélite argentino ya está en órbita

El segundo satélite geoestacionario argentino, el Arsat-2, ya viaja rumbo a su órbita definitiva a 36 mil kilómetros de la Tierra después de haber sido lanzado ayer a las 17,29 desde el centro de la Agencia Espacial Europea en Kourou, en la Guyana Francesa. Ni bien los controladores de la misión confirmaron que el desacople del satélite argentino fue todo un éxito, la delegación nacional instalada en el centro de operaciones estalló en aplausos y festejos.

El equipo geoestacionario, concretamente, fue liberado a 250 kilómetros de altura a una velocidad cercana a los 30 mil kilómetros por hora, y desde allí, como se dijo, será dirigido a partir de ahora hasta su órbita final a 36 mil kilómetros de la Tierra, en un procesos que durará cerca de tres semanas.

en orbita

El Arsat-2, que brindará servicios de televisión, internet, datos y telefonía sobre nuestro continente, fue ensamblado a un cohete lanzado desde la plataforma de la empresa francesa Arieanespace en la Guyana Francesa.

El lanzador dejará al satélite en una órbita elíptica de alrededor de 300 km en su punto de perigeo (el punto más cercano a la Tierra). Luego, desde una estación terrena al norte de la capital, se lo pondrá en órbita a unos 36 mil kilómetros en una de las dos posiciones orbitales que le corresponden a Argentina de acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

“No hubo anomalías durante el lanzamiento”, confirmó Andrés Rodríguez, ingeniero satelital de la empresa estatal ARSAT. “Luego de su puesta en órbita en función del combustible consumido y el disponible sabremos cuál será su vida útil”, explicó.

Argentina, único país de América Latina con capacidad de fabricar satélites de estas características, alquilaba satélites para acceder a los servicios de telecomunicaciones hasta que en octubre de 2014 puso en órbita al ARSAT-1, con el cual también ofrece servicios de transmisión de señales de televisión y contenidos para su territorio y los países vecinos Uruguay, Chile y Paraguay.

Mariano Goldsmith, gerente de Desarrollo Tecnológico de Arsat, fue el encargado de asegurarse “que todos los sistemas del satélite estén en perfecto estado antes del lanzamiento, que se hayan seguido los procedimientos correctos y que al momento del despegue todo lo referido al Arsat-2 esté en orden”.

Sobre esto, Goldsmith explicó que “el proyecto satelital es crítico durante toda su integración, uno tiene que ser muy disciplinado y seguir todos los procedimientos para asegurarse que todo está bien; pero el momento del lanzamiento es la instancia en la que te encontrás con la realidad de lo que viniste haciendo. Todo eso que venías armando y tocando a diario ahora se va y no lo vas a ver más, de alguna manera nos pone en la responsabilidad de que el satélite entre en funcionamiento y lo haga bien porque se acabó cualquier posibilidad de arreglarlo”, continuó.

“Más allá de la experiencia de hace menos de un año con el Arsat-1 -agregó-, uno nunca está tranquilo; esto es cómo un parto, podemos tener más experiencia y más reflejos pero nunca vamos a estar tranquilos, ni cuando todos los indicadores digan que todo va bien”.

Vicente Sagarsazu, por su parte, gerente de Nuevos Productos de Invap, dijo que “en lo técnico, hacer por segunda vez un satélite te refuerza todo lo anterior”, y precisó que tras el lanzamiento de ayer “van a venir semanas de trabajo para poner el satélite en servicio, después será responsabilidad de Arsat la operación y nosotros en el Invap tomaremos el siguiente desafío tecnológico que nos presente alguna de las necesidades del país”.

Los científicos y técnicos argentinos que trabajaron en el desarrollo de ambos satélites lo hicieron en la planta que el Invap tiene en Bariloche y que es única en su tipo en la región. Este segundo modelo, además, tiene la particularidad de contar con tres antenas que emiten en dos bandas, Ku y C.

Sólo ocho países fabrican satélites geoestacionarios de telecomunicaciones en el mundo, a los que se sumó la Argentina desde 2014. Los restantes son Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Francia, Japón, India e Israel.

Leave a Reply