Inversores celebraron la velocidad con la que el nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, presentó una oferta de pago en efectivo para los tenedores de deuda impaga, con la intención de terminar con una larga disputa que ha complicado las finanzas del gobierno.
Desde que cesó el pago de unos 100 mil millones de dólares en el 2002, Argentina se mantuvo alejada de los mercados financieros. El viernes propuso un pago de unos 6.500 millones de dólares para terminar con la batalla legal con los bonistas conocidos como "holdouts" y el Ministerio de Hacienda dijo que dos de los seis principales fondos "holdout" ya aceptaron los términos propuestos.
"Estamos muy esperanzados con la velocidad con la cual Argentina está resolviendo sus disputas con los 'holdouts'", dijo Shahriar Shahida, jefe conjunto de inversiones en Constellation Capital Management en Nueva York, que tiene bonos argentinos en su cartera.
"Esperamos que este Gobierno tenga una relación mucho más conciliatoria con todos sus acreedores", dijo Shahida.
Macri, el líder de centroderecha que buscó seducir a los principales jefes ejecutivos reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos el mes pasado, ya dijo a Reuters que espera llegar a un acuerdo justo con los bonistas a principios de año. (Reuters)