La hostilidad contra la prensa aumentó en la Argentina, informó el representante ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Fue en el inicio de los informes sobre violaciones a la libertad de prensa, cuyos casos más dramáticos están en Argentina, Venezuela y Ecuador.
Daniel Dessein, del diario La Gaceta de Argentina, denunció ante la SIP varias resoluciones del gobierno, maniobras judiciales, declaraciones ofensivas y amenazadoras contra los funcionarios públicos y contra los periodistas e incluso agresiones físicas delinean un panorama sombrío para el ejercicio del periodismo y el derecho de libre expresión de los ciudadanos.
Los integrantes de la Junta Directiva de la SIP adelantaron que enviarán una misión a la Argentina y adelantó muestras de solidaridad a favor de la libertad de expresión y de prensa en el país sudamericano.
El informe sobre la situación en Argentina agrega que el acceso de los periodistas a las fuentes oficiales ha sido objeto de más obstáculos. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no concedió una sola rueda de prensa en el 2012. Sin embargo, ha utilizado la cadena nacional más de 20 veces para realizar varios anuncios que no tenían ninguna relación con situaciones graves, excepcionales o institucionalmente importantes, casos en los que está legalmente permitido.
En muchos de sus discursos, la mandataria argentina atacó al periodismo e hizo referencia a una “cadena ilegal del miedo y desánimo”, en referencia al Grupo Clarín.
La inversión estatal en comunicaciones aumentó en el 2012 y ha sido de unos 1,5 billones de dólares.
La publicidad oficial es utilizada en general de manera arbitraria de acuerdo con la línea editorial de cada medio, desconociendo decisiones de la Corte Suprema que condenan la discriminación en la concesión de la publicidad.
Otro caso que genera preocupación es el anuncio reciente de la Corte Suprema de Justicia, que estableció que el 7 de diciembre de este año expira una medida cautelar que impide la aplicación de dos artículos de la Ley de Medios, con relación al Grupo Clarín, y no se sabe qué es lo que realmente puede pasar, dado que el gobierno mantiene abiertas amenazas contra este medio de comunicación independiente de la Argentina.