Genios incomparables, pero muy diferentes

Con Lionel Messi brillando en todo su esplendor, tanto en el Barcelona como en la Selección argentina, se sigue alimentando la eterna discusión sobre si el crack del Barcelona ya superó o no a Diego Armando Maradona como mejor futbolista de la historia.

Más allá de las similitudes que se pueden marcar entre ambos genios incomparables de la pelota, queda claro que para muchos argentinos la Pulga todavía tiene algunas asignaturas pendientes para alcanzar la categoría de “Dios” (dentro del ideario futbolístico popular) que Maradona supo ganarse: por ejemplo, levantar la copa del mundo. Pero el vuelco que dio en este último tiempo el rosarino vistiendo la celeste y blanca indica que está bien encaminado para lograr lo que consiguió Diego, y además el tiempo juega a su favor.

Para muchos escépticos compararlos es enfrentar a un “mito viviente” contra un pibe veinteañero que juega muy bien al fútbol pero que no alcanza eclipsar la figura emblemática que edificó Maradona a lo largo de su carrera.

Para otros, alimentar la ilusión de ver a un “nuevo barrilete cósmico” en Messi es tan necesario como el fútbol mismo en un país pasional como el nuestro, que de un tiempo a esta parte va de fracaso en fracaso en los últimos mundiales.

También es cierto que existen puntos en común que vinculan la carrera de los dos astros. Pero también hay algunos aspectos que tienen que ver con cuestiones extrafutbolísticas. Cuando se habla de la madurez de Messi a los 25 años, nadie puede evitar comparalo con Maradona a esa misma edad.

A Diego la plenitud de su carrera le llegó en el Napoli y luego al ganar el Mundial en México 86. Todo esto se podría sintetizar en un combo explosivo de fama, cocaína, noche, mujeres, hijo extramatrimonial, etc. Y a pesar de toda esa vida desordenada el 10 siguió dando pruebas de por qué era el mejor del mundo, aunque el tiempo luego le pasó factura.

En cambió, a Messi el cuarto de siglo de vida transcurrido lo muestra cada vez más exitoso y maduro en lo futbolístico, y en lo personal continúa sin salirse del rumbo y del blindaje “familiar” que le brinda su entorno, tal como cuando vivía en su Rosario natal.

Dos caras totalmente contrastantes son el modo en que viven la paternidad: Messi espera ansioso el nacimiento de su primer hijo. Antonella Rocuzzo (su novia de la infancia) podría dar a luz en las próximas horas (aunque desde el seno de la familia del jugador afirman que será en noviembre) y la Pulga, que jugará hoy ante el Deportivo La Coruña, está más que feliz esperando tener en sus brazos a Thiago.

La familia de Messi quiere que todo suceda con total normalidad en el nacimiento del primogénito de Leo y que el acontecimiento no se convierta en un circo mediático.

Muy distinta es la situación de Maradona, quien a fin de mes cumplirá 52 años, no sólo porque la paternidad no es nueva para él, sino porque en este caso el nacimiento de un nuevo vástago se está convirtiendo en un verdadero “parto” para el exastro, quien habría rechazado “hacerse cargo” de la situación, en otra de sus grandes “gambetas”. .

El embarazo de Verónica Ojeda, la pareja del extécnico de la Selección desde hace ocho años y medio, atraviesa el cuarto mes de gestación en medio de rumores y desmentidas de una inminente separación.

“No hay ningún problema en la pareja, salvo la presión que puede ejercer el entorno familiar de Maradona”, declaró Alberto Domínguez, abogado de Verónica Ojeda, al salir al cruce de una versión difundida en los medios que hablaba de separación.

“Con Verónica los métodos anticonceptivos no le dieron resultados a Diego y en pocas semanas se desató la guerra interna”, informó el diario Crónica, según el cual la crisis de pareja estalló cuando se supo que la novia del 10 estaba embarazada.

Aunque las hijas de Maradona (Dalma y Giannina), acusadas de ejercer presión sobre su padre, publicaron un comunicado en el que desmintieron que interfieran en la vida afectiva del exjugador, rápidamente todo se convirtió en un escándalo que dejó expuesta una vez más la encarnizada lucha por los bienes del exfutbolista. Se comenta que están en disputa 6 millones de dólares en una cuenta en Dubai, además de vehículos y también varias propiedades.

Las comparaciones futbolísticas entre Maradona y Messi sin dudas continuarán, pero los hechos marcan una notoria diferencia en la vida de ambos genios inigualables.

 

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