El informe indica que el comienzo de 2016 ha sido difícil, como lo demuestran los recientes estallidos de volatilidad financiera, consecuencia de la incertidumbre acerca de la desaceleración económica en China, la caída de los precios de las materias primas y las divergentes políticas monetarias aplicadas por las economías avanzadas. Será el segundo año consecutivo de contracción, algo que no ocurría desde la crisis de la deuda de 1982-83, que desencadenó la "década perdida" para la región.
Pero en Brasil, el FMI dijo que "una combinación de fragilidades macroeconómicas resultantes del lento ajuste interno, el escándalo de amplias proporciones que involucra a funcionarios del Gobierno y empresarios, y problemas políticos, ha paralizado la inversión y domina las perspectivas". El desempleo ha crecido considerablemente, y la inflación se ubica en niveles de dos dígitos.
La recesión regional oculta, sin embargo, fuertes disparidades entre los países.
Las economías de Latinoamérica tendrán que seguir ajustándose ante el derrumbe de los precios de las materias primas, en un entorno cada vez más complicado principalmente para los países sudamericanos con desequilibrios internos, dijo. La planta productiva se ha erosionado.
Por otro lado, proyectó que Argentina, Venezuela, Ecuador y Brasil cerrarán el 2016 en recesión.
El organismo multilateral prevé una recesión para Ecuador y Argentina.
Con elogios a la gestión económica del gobierno de Mauricio Macri, el Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para la economía argentina, un retoque atado, en parte, a una visión más pesimista sobre el desempeño de América latina y Brasil, el principal socio comercial del país.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó sus proyecciones de crecimiento económico para el mundo y, como hace cada tres meses, dio sus razones.
En el informe que se difunde este viernes, el organismo señala que el crecimiento de Colombia en el 2015 fue del 3 por ciento, con lo que se aumentó el cálculo previo de 2,5 por ciento hecho en octubre pasado.
Werner anticipó que México continuará recuperándose, aunque e un ritmo moderad, impulsado por la demanda sostenida en Estados Unidos, y que la depreciación del peso y la baja en los precios de la electricidad deberán estimular la producción manufacturera y las exportaciones.