El papa Francisco salvó a Argentina en el último minuto del alargue contra los suizos. Los creyentes de la religión futbolística se aferraron a esa imagen, luego publicada en las redes sociales, cuando Dzemaili cabeceó al arco, con el golero Romero vencido, y el balón rebotó en el caño. Hubiera sido el empate, sin tiempo a nada, solo para seguir rezando en la definición por penales.
La fotografía que ilustra esta nota lo dice todo. Los suizos tomándose la cabeza, arrodillados, abriendo los brazos al cielo como rogando, "Francisco, no te olvides que sos el papa de todos".
Una imagen repetida en los partidos del mundial de Brasil. Los palos han sido protagonistas en momentos claves de distintos encuentros.
Si no, basta recordar el que disputaron el sábado Brasil y Chile, también por octavos de final. El encuentro estaba 1-1 y en el último suspiro del alargue, Mauricio Pinilla remató desde afuera del área. La pelota viajó, atravesó el área, los corazones de los 200 millones de brasileños y pegó de lleno en el horizontal.
Imaginen lo que hubiera sido para los locales quedar afuera de “su” mundial de esa forma, ellos que todavía sufren el Maracanazo. A esta altura los psicólogos no darían abasto. Pero lo que para Brasil fue la vida, Chile lo sufrió. Tanto, que Pinilla tatuó la jugada en su cuerpo. De por vida.
Pero no solo eso, sino que en la definición por penales, a Gonzalo Jara le tocó rematar el último, cuando los brasileños ganaban 3-2. Si lo hacía el chileno, seguían tirando. La pelota voló hacia la izquierda de Julio César, que había atajado los primeros dos penales, a Pinilla (éste no se lo tatuó) y a Sánchez, y se estrelló en el caño.
El palo jugó nuevamente su partido y dejó a Chile sin mundial y a Brasil venerando al dios de la Fortuna.
Los uruguayos también tuvimos nuestro momento de suerte durante el mundial. Ocurrió sobre la media hora del primer tiempo frente a Inglaterra, cuando el cabezazo de Wayne Rooney se estrelló en el ángulo. En ese momento todavía no había aparecido Luis Suárez y el marcador estaba 0-0.
El belga Origi, durante el partido de ayer frente a Estados Unidos, hizo temblar el travesaño de un cabezazo cuando estaban empatados. Celso Borges, de Costa Rica, también tuvo su oportunidad frente a Inglaterra y se la negó el palo; hubiera significado para los ticos ganarles a los tres campeones del mundo que integraron el grupo D.
La misma (mala) suerte corrió el portugués Nani frente a Estados Unidos cuando su selección ganaba 1-0. Después el partido acabó 2-2 y Portugal se marchó a casa. Y el colombiano Cuadrado frente a Costa de Marfil, o el francés Griezmann ante Ecuador... Pero también sucedió al revés con el gol de Messi ante Bosnia: la pelota pegó en el palo y entró. ¿Francisco?
CIFRA
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Palos. Francia es la selección que remató más veces al palo. Le sigue Grecia con cuatro y después Holanda, Portugal, Italia, Bélgica y Camerún suman dos tiros en los caños. Con uno hay siete selecciones.