Con caos, Central agotó entradas para la Copa Argentina

La organización no estuvo a la altura de las circunstancias y fue ampliamente rebasada por la gran cantidad de gente que esperaba por su localidad desde el viernes por la noche. Y el sábado por la tarde las filas de personas acampando superaban los 600 metros, rodeando el Gigante de Arroyito.

El caos comenzó a reinar cerca de las boleterías por la ansiedad de conseguir una general o platea y para mayor complicación se retrasó en una hora la apertura para la venta y eso generó más impaciencia entre los aficionados.

Y cuando se anunció que no había más entradas, comenzaron los principales disturbios. Las corridas, golpes y empujones fueron las primeras escenas de descontrol y ante este panorama actuó la policía y de la peor manera, reprimiendo con balas de goma para tratar de encausar la situación. Porque las vallas que colocaron no ayudaron a mantener el orden preestablecido.

En aproximadamente tres horas se agotaron todas las localidades porque había a disponibilidad menos de la mitad del total asignado, debido a que el resto de las entradas se habían adquirido en paquetes que incluían el traslado, tanto en micros como en vuelos chárter, según informaron fuentes policiales.

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