En una nueva arista de la prolongada disputa entre el gobierno argentino y un grupo de sus acreedores por el pago de bonos de deuda externa, las autoridades en Buenos Aires lanzaron el viernes una nueva propuesta de arreglo.
El gobierno propone pagarle a los fondos "holdouts", entidades financieras estadounidenses tenedoras de bonos argentinos, que en el pasado se habían negado a sumarse a acuerdos globales de restructuración de la deuda, una suma para terminar con años de litigio ante las cortes estadounidenses.
La más reciente propuesta implica un recorte de 25% de la suma adeudada a los holdouts o "fondos buitre" como los denominan sus críticos.
Los fondos holdouts obtuvieron antes una orden de un juez estadounidense exigiendo a Argentina que les pagara la totalidad de lo adeudado, cerca de US$9.000 millones, antes de atender cualquier otra obligación financiera.
La negativa a llegar a un acuerdo sobre este asunto ha dificultado el regreso de Argentina a los mercados financieros internacionales.
La disputa se originó después de 2001 cuando Argentina se declaró en "default" de su deuda externa.
En un comunicado conocido este viernes, Daniel Pollack, mediador entre el gobierno argentino y los fondos acreedores, dio la bienvenida a la propuesta argentina y habló de "enorme progreso" en las negociaciones entre deudor y acreedores.