ANCAP aún enfrenta demandas por negocios realizados en Argentina

La comisión investigadora de ANCAP revisó ayer decisiones tomadas durante el gobierno del Partido Colorado (2000-2005) cuando Jorge Batlle era presidente y Pedro Bordaberry –hoy integrante de ese grupo parlamentario– ocupaba el cargo de ministro de Industria.

El foco de la discusión, según fuentes parlamentarias de El Observador, se colocó en los negocios concretados con Argentina que dieron pérdidas y afectaron las finanzas del ente petrolero en esa época.

De la sesión de ayer participó el exsenador frenteamplista Enrique Rubio, que en esos años presidió la investigadora que discutió la gestión de la petrolera del año 1998 a comienzos del 2003.

Los antecedentes de ese trabajo fueron enviados a la Justicia penal que finalmente no encontró delito y archivó el caso.

En el encuentro de ayer hubo varios cruces entre Rubio y Bordaberry.

Para el Frente Amplio, según voceros de la coalición, era importante incorporar ese período "para comprender" el plan estratégico que aplicó luego el gobierno frenteamplista.

Los números muestran que los negocios en Argentina dieron pérdidas.

De todos modos, Pablo Mieres (Partido Independiente) dijo ayer a El Observador que "lo ocurrido con los negocios en Argentina no tienen nada que ver con las pérdidas actuales de ANCAP".

Los balances indican que el ente tuvo un déficit de US$ 602 millones en los últimos cuatro años.

En 1998 ANCAP compró en Argentina a la petroquímica Carboclor –que aún hoy mantiene y en el primer semestre de este año perdió US$ 2,6 millones– y adquirió un grupo de estaciones de servicio del sello Sol Petróleo que, bajo el gobierno del Frente en 2006 vendió a la venezolana Pdvsa por US$ 15 millones.

Rubio dijo ayer El Observador que puso a un grupo de contadores a estudiar los balances de ANCAP y determinaron pérdidas por los negocios en Argentina entre los años 2000 y 2015, que rondaron los US$ 200 millones. Agregó que según sus estimaciones por costo financiero ese monto llegó a US$ 302 millones.

Rubio explicó a los senadores que hubo, además, una serie de juicios contra ANCAP –de proveedores, empresas y ambientalistas– que algunos se perdieron, y otros siguen en tribunales.

En 2012, ANCAP pagó por un juicio perdido en Argentina US$ 4,5 millones. Para el exsenador, luego de vendidas las estaciones, empezaron a llegar demandas a ANCAP –aún pendientes de resolución– que reclaman unos US$ 40 millones.

El Frente Amplio, que en la investigadora está representado por los senadores Marcos Otheguy, Daisy Tourné y Ruben Martínez Huelmo, solicitará a ANCAP la lista de juicios pendientes.

En esos años la empresa estatal enfrentó problemas y "dejó de invertir", según el actual presidente del directorio, José Coya.

En la comisión de ayer, Pedro Bordaberry le increpó a Rubio que haya "adjuntado" información suya como si fuera del estudio jurídico O`Farrell –abogados de ANCAP en Argentina– donde resumió los reclamos judiciales iniciados en el vecino país contra Petrolera Cono Sur (que es una colateral de ANCAP).

Según las fuentes ese episodio del documento adjuntado fue un momento incómodo para el Frente Amplio.

En las cuentas de Rubio con un criterio "personal", insistió Bordaberry, llegó a los US$ 302 millones de pérdidas por los negocios en Argentina pero no incluyó ingresos que tuvo ANCAP como los US$ 15 millones por la venta de las estaciones de servicio, ni el valor de la petroquímica Carboclor que hace 9 años recibió una oferta por US$ 70 millones que fue rechazada y hoy su valor se estima en US$ 100 millones.

Bordaberry cuestionó la calidad de la información aportada por el exlegislador Rubio.

En la sesión de ayer, dijeron a El Observador fuentes de la oposición, Rubio mencionó incluso un juicio contra ANCAP por US$ 500 millones a lo que Bordaberry le marcó si no estarían ante algo similar a lo que hizo el Frente Amplio con supuestos juicios por US$ 3.500 millones en Brasil contra Pluna que luego no se concretaron.

Allegados a Bordaberry interpretaron que el Frente Amplio intentó inflar las cifras de hace 16 años y eso molestó al representante colorado.

En sesiones anteriores, Coya afirmó que en el período colorado –Eduardo Ache era el presidente del ente y él ocupaba una gerencia– no hubo inversiones y ANCAP se preparaba para "cerrar" o ser "privatizada".

Coya, según la versión taquigráfica, afirmó que "la estrategia en el período Ache" fue aumentar la capacidad de la refinería a 200 mil barriles diarios y en lo comercial colocar productos en Argentina, con lo que él estuvo de acuerdo. "En términos teóricos esa estrategia fue adecuada aunque luego en términos prácticos resultó bastante negativa par ANCAP", afirmó Coya.

Bordaberry le preguntó a Coya si la posibilidad de cierre la leyó en algún documento y el jerarca respondió que "no" y que esa era su opinión "política".

El directorio de ANCAP volverá a la investigadora, y también será invitado Eduardo Ache.


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