Entre finales de noviembre y comienzos de diciembre de 2015, la decisión de las mayorías determinó un cambio de rumbo en la política de dos países suramericanos: Argentina y Venezuela.
Dos procesos políticos que polarizaron la opinión pública de sus respectivos países, ambos precedidos de dificultades económicas y de prolongados mandatos presidenciales que han llevado paulatinamente al desgaste de los dos regímenes.
En Venezuela, el pueblo logró imponer finalmente sus mayorías en la Asamblea Nacional el pasado 6 de diciembre, derrotando a la maquinaria político militar de Nicolás Maduro, lo que llevó a las mayorías a soñar con un posible retorno a la democracia y con la inmediata liberación de sus líderes opositores, encarcelados y juzgados por delitos políticos.
Aunque ciertamente no parece fácil que el régimen entregue el poder, y observadores temen que lo peor esté por ocurrir. Ya el Presidente ha comenzado a pedir renuncias en su gabinete y a hacer “reacomodos” buscando evitar que las nuevas mayorías echen a perder el “Socialismo del siglo 21”.
Argentina, por su parte, rompió con doce años de hegemonía del Justicialismo, los primeros cuatro a manos de Néstor Kirchner (2003-2007), y los restantes ocho, por su viuda Cristina Fernández (2008-2015), quien protagonizó desencuentros con su sucesor Mauricio Macri, hasta el propio día de la posesión.
Ambos procesos significan un cambio en el mapa geopolítico de América Latina, que a comienzos del siglo lucía dominada por un liderazgo de izquierda promovido desde Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay, Perú y Bolivia.
Según el politólogo y profesor de la Universidad Eafit, Adolfo León Maya Salazar, “lo ocurrido en Argentina y Venezuela es un replanteamiento de la sociedad en sí y de los ciudadanos de América Latina.
En Venezuela se advierte una profunda fatiga y un quiebre en la relación de confianza entre el orden institucional vigente, el régimen político en curso y la satisfacción de la población en términos de respuestas de Estado; en el caso de Argentina es también un modelo más de corte socialista de centro izquierda que igualmente produjo un desgaste y erosionó la confianza entre los ciudadanos y el modelo hitleriano, que se implementó en esta nación”.
Será primordial el papel de la diplomacia internacional en consolidar el triunfo alcanzado en las urnas por la oposición.
Giro liberal para recuperar la economía: Macri
La ausencia de la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, en el acto de posesión de Mauricio Macri en Argentina, el pasado jueves no deja de ser un hecho simplemente anecdótico, pese a los 12 años en el poder, inicialmente a través de su esposo Néstor Kirchner y luego en cabeza propia los últimos 8 años.
El mandato de Kirchner cesó el miércoles a las 23H59, tras un fallo judicial inédito por el desacuerdo sobre el traspaso de la banda y el bastón presidencial, lo que fue considerado por la presidenta saliente como “un golpe de estado”, por lo que se negó a asistir a la ceremonia de transmisión de mando. Lo que este incidente refleja es un país polarizado, hecho que se reflejó en las urnas donde Macri ganó por una mínima diferencia.
Macri asumió la presidencia de Argentina tras haber ganado la segunda vuelta del 22 de noviembre (51,33 % contra 48,66 %) a Daniel Scioli, el candidato de la coalición de izquierda kirchnerista.
Deberá dar un vuelco total y rehacer la economía, que ha caído vertiginosamente en la última década bajo la presidencia de Fernández, desmejorando la calidad de vida de los ciudadanos y según los analistas, las primeras reformas de Macri, deberán apuntar en esa dirección.
“Yo creo que la economía es mucho más visible para advertir el desgaste y la relación conflictiva entre la sociedad y el Estado, la esfera económica es una instancia supremamente costosa para la aceptación o el rechazo que la población pueda tener con sus gobernantes”, ha dicho el politólogo Adolfo Leon Maya Salazar, profesor de la Universidad Eafit.
La economía lleva cuatro años estancada , la inflación es de dos dígitos y las reservas no están en condiciones de soportar su promesa de borrar de un plumazo las restricciones cambiarias que rigen desde el 2011.
Macri prometió unificar los tipos de cambio.
El dólar se cotiza a 9,75 pesos en el mercado oficial, pero ronda los 14,75 en el paralelo, termómetro del humor de los mercados.
También denunció la caída de las reservas, que se ubican en torno a los 25.000 millones de dólares y van en descenso, según el Banco Central. Para reforzarlas, espera el ingreso de unos 8.000 millones de dólares por exportaciones agrarias.
En el frente externo, el nuevo gobierno comenzará a negociar “rápidamente” con los fondos “buitres” para resolver el litigio por bonos impagos de la deuda, anunció un mediador judicial estadounidense del caso tras reunirse en Nueva York con un enviado de Macri.
Frente a esta coyuntura, Marcos Peña, jefe de gabinete designado, se ha anticipado a manifestarle al pueblo argentino que: “Nuestro trabajo ya empezó sobre tres grandes desafíos: la pobreza cero, terminar con el narcotráfico y unir a los argentinos”.
Dudas sobre el futuro de Venezuela
El politólogo colombiano Adolfo León Maya Salazar presagia que lo que se viene ahora en el contexto venezolano son tiempos bastante enfrentados, y no se descarta una posible guerra civivl para evitar el relevo del régimen.
“Vendrá para Venezuela un pulso aún más marcado entre el régimen de Maduro y la oposición, por reacreditar la opción revolucionaria del Socialismo del siglo XXI frente a una opción más liberal, más cercana a las dinámicas y a las lógicas del mercado internacional.
“Maduro ha dejado entrever que es posible la resistencia civil armada como manera de soportar el cambio; eso sería una situación supremamente trágica para los venezolanos, en caso de que esa sea, la respuesta desde el régimen”, anotó el analista.
Recordemos que oficialismo chavista sufrió el peor revés de su historia en las elecciones legislativas en Venezuela. Por eso ha empezado a tomar decisiones claves en la lucha de poder con la oposición, antes de entregarle el cinco de enero, el control total del Parlamento. En la primera sesión parlamentaria tras los comicios del 6 de diciembre, aprobó una ley que transfiere a los trabajadores la propiedad del canal de televisión y la radio del Parlamento (ANTV y AN Radio), sobre la cual, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea y número dos del chavismo ha dicho: “estamos protegiéndolos de la arremetida fascista”
La designación de Defensor Público por el parlamento y la discusión de una ley de estabilidad laboral, así como el nombramiento de 12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), recientemente a cargo de la Asamblea todavía hoy controlada por Maduro y su fuerza política, permiten corroborar esta afirmación.
Maduro se endurece
Maduro, ha endurecido su discurso y prometió enfrentar a la futura “Asamblea burguesa” con una reacción “revolucionaria” y “socialista”, por lo que el pasado jueves convocó al PSUV al inicio de una jornada de “autocrítica” para definir acciones de “rectificación”.
“La revolución seguirá. Es cierto que hubo un voto castigo, el pueblo votó el domingo y el castigo vendrá a partir del 5 de enero”, aseguró Diosdado Cabello, al señalar en el recinto que la oposición echará atrás las conquistas sociales.
Divisiones internas
Mientras en las filas del chavismo ha iniciado un debate interno a causa la arrasadora derrota sufrida en los recientes comicios, interpretada como un “voto castigo” a la gestión de Maduro por la crisis económica y aguda escasez de alimentos, por los lados de la Mesa de Unidad Democrática tampoco se logra una agenda compartida.
María Corina Machado, Henrique Capriles y Lilian Tintori tienen agendas separadas, pese a que por primera vez en 16 años de gobierno socialista, la oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tendrá la oportunidad de controlar totalmente la Asamblea de 167 escaños, al ganar en los comicios del domingo 112 diputados contra 55 del oficialismo y con esa mayoría súper calificada, la oposición podría remover funcionarios de los máximos poderes del Estado, buscar una salida anticipada del presidente y aprobar una ley de amnistía para presos políticos, entre ellos el líder radical Leopoldo López, aunque el mandatario Nicolás Maduro ya anticipó que la vetará.
Sin embargo, hay distintos criterios que van desde una transición moderada hasta promover la revocatoria del mandato de Maduro.
Uno de esos líderes opositores, Henry Ramos Allup, diputado reelecto a dicho:
“Vamos a recuperar nuestra autonomía como poder nacional y vamos a promulgar una serie de leyes, la primera de las cuales es la ley para liberar a los presos políticos y que regresen los exiliados”
En tanto que otro grupo de diputados opositores electos se comprometió a aprobar la amnistía para Leopoldo López y los demás líderes que “se pudren en las cárceles”.
Esta promesa la hicieron durante un acto frente a la cárcel de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde está recluido López, quien está condenado a 13 años de prisión.
- Nicoás Maduro, cuyo liderazgo quedó resquebrajado con la derrota del 6 de diciembre, intentó desconocer la victoria de la oposición.