Las figuras no funcionaron y el equipo dirigido por Marcelo Trobbiani perdió 1-0 con Chile, que jugó los últimos 25 minutos con dos jugadores menos, en el arranque del Sudamericano. Por Alberto Cantore / Enviado especial
09 de Enero de 2013
- 22:01
FotosLa alegría fue chilena - DyN
MENDOZA.- Ansiedad. Los chicos dieron esa señal antes de que comenzara el partido: argentinos y chilenos empezaron a saludarse cuando aún se escuchaba el himno de los visitantes; faltaba, por supuesto, el argentino. Apuro. El equipo celeste y blanco se movió nervioso, como si el peso de las apellidos, la condición de local y los últimos pasos en falso de los juveniles los hubiera sentido como un golpe de rebenque en el lomo. La Argentina tuvo una pesada caída en el Sudamericano Sub 20: 0-1 con Chile, que terminó con dos jugadores menos. Fue una noche cerrada y nada se vio en el debut. Ni las estrellas ni el equipo. Y en el final, lo peor. Silbidos y un botellazo que cerca estuvo de pegarle al DT Marcelo Trobbiani.
Las cuestiones de cartel no fueron una solución para la Argentina. Se vio en desventaja y empezaron los contratiempos. Pero también supo de situaciones favorables: jugó casi todo el segundo tiempo con un jugador más. Y le costó. Todo le costó. Pasó de una floja primera etapa a una leve mejoría. Pudo haber empatado. También pudo haber quedado 0-2, pero el arquero Benítez se lució frente a Rubio. Todo, al final, quedará en un resultado cubierto por el polvillo del desencanto, por la ilusión de aquel que esperaba un festín y se encontró en medio de un ayuno.
Trobbiani, que reemplazó a Walter Perazzo en el cargo, se encontró en el debut con una dura continuidad de los últimos sinsabores de los juveniles, que hace tiempo que pusieron las estructuras bajo la lupa. El entrenador quedó en observación. Él y, por supuesto, sus ideas. Porque se trata de la primera caída ante un seleccionado chileno en el país. Y la segunda en un Sub 20, desde el torneo de Lima, en 1975 (0-3). Los principales rasgos quedaron a la vista en cuestión de minutos. Nadie podrá negar eso que se había intuido: desprotección ante tantas piezas ofensivas.
Trobbiani ya había advertido que no tenía temores en el juego. En la teoría lo confirmó con las tan anunciadas presencias de Iturbe, Ruiz, Lanzini, Centurión y Vietto. Fueron los apellidos que tanto entusiasmo generaron y que, en conjunto, funcionaron con velocidad y precisión durante contados momentos. Les faltó sincronización y, en algunos casos, desprenderse antes de la pelota.
La duda que se había planteado sobre el equilibrio que tendría el equipo se desvaneció cuando promediaba la primera parte. Hasta entonces, Chile no había hecho mucho y Lanzini estuvo cerca de la apertura con un mano a mano desviado y con un tiro cruzado que desvió Melo. Los visitantes anticiparon a la defensa Argentina en un tiro libre y Castillo, de cabeza, anotó en medio del desconsuelo y la sorpresa.
En todo momento les costó a las individualidades argentinas soltarse de las marcas. Chile hizo un duro juego defensivo y no dudó en poner la pierna fuerte y en quedar cara a cara con los locales ante el primer reclamo. Tanto que, casi en el final del primer tiempo, Fuentes se fue expulsado por doble amonestación. La insistencia argentina chocó casi siempre con los marcadores. Con casi todas las barreras bajas, Ruiz encontró el espacio justo para Vietto, pero el atacante de Racing definió de emboquillada y muy desviado.
Trobbiani arriesgó: puso a Melano, un delantero, y sacó a Romero, un defensor. Las piezas en la ofensiva no le aseguraron elaboración ni potencia ofensiva. Iturbe, sobre todo, y Centurión siguieron empecinados con la jugada personal y apenas si Ruiz aportó cierta claridad. Ya con la desesperación sobre los hombros, ni otra expulsión en Chile, la de Bravo, tranquilizó a la Argentina.
Más allá del resultado, el seleccionado argentino se recibió un toque de atención en la primera escala del Sudamericano. En medio de una competencia con pasos cortos y seguidos habrá que escucharlo con detenimiento. Así se le exigirá a cada uno de los aspirantes al Mundial de Turquía. Son jóvenes y, paradójicamente, el tiempo los corre.
Pekerman lo vio de cerca
José Pekerman, actual DT de Colombia y ex entrenador de los seleccionados juveniles y mayor de la Argentina, estuvo en Mendoza y siguió gran parte de la fecha inaugural. También se vio al ex jugador chileno Iván Zamorano, padrino del futbolista Diego Rubio.
Baldassi explica las reglas
El ex árbitro Héctor Baldassi se unió ayer a la delegación argentina. Aunque no tiene cargo en la Escuela ni en el Colegio de Árbitros, y tampoco pertenece a la Conmebol, el cordobés fue invitado por el departamento de selecciones nacionales para charlar con los jugadores y el cuerpo técnico acerca del reglamento.
Forcejeos entre los hinchas
En el primer tiempo hubo tres o cuatro minutos de forcejeos y golpes entre hinchas chilenos y argentinos, que trataron de robarse un par de banderas. Después, la policía dividió los sectores. Más: cuando Chile hizo el gol, hubo puñetazos en la platea techada.
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son las caídas de la Argentina en el debut en un Sudamericano Sub 20; antes: 1-0 con Paraguay (1964).
El tandilense aún debe aguardar para conocer a su rival de primera rueda del primer Grand Slam de la temporada; Juan Mónaco se medirá ante el estadounidense Alex Kuznetsov
Al igual que la selección argentina, el equipo verdeamarelo igualó 1 a 1 y dejó una pálida imagen en su debut en el Sudamericano Sub 20; a continuación juegan Uruguay y Perú
Un vehículo de asistencia colisionó con un taxi, en el que fallecieron su conductor y un pasajero
Tras ganar el Balón de Oro, Leo estuvo entre los suplentes en la goleada de los catalanes ante Córdoba, por 5 a 0; mirá los goles
El arquero de Racing aseguró que "no va a ser fácil repetir lo del torneo pasado"; "Antes de que llegara Zubeldía, perdimos muchísimo", sostuvo
Con la firma que lo patrocina, Leo utilizará el fin de semana un calzado que homenajeará su cuarto balón de oro, que logró el último lunes en la Gala de FIFA