La bailarina argentina Gabriela Torres compitió este viernes en el Mundial Internacional de Tango de Buenos Aires sentada en una silla de ruedas. Su objetivo fue lograr "un cambio en la mirada social".
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En una competencia en la que participan 600 parejas de 40 países, Torres y su compañero, Pablo Pereyra, se robaron la atención. La bailarina profesional anda en silla de ruedas desde los dos años, tras sufrir un accidente, y baila desde los 25.
"Hoy por hoy, ver a una persona en silla de ruedas que baile tango todavía choca", aseguró Pablo Pereyra, quien agregó que su objetivo fue "derribar ciertas barreras y conceptos para salir adelante".
Torres y Pereyra investigaron la melodía del 'Oblivion' de Astor Piazzolla, agregaron sus propios movimientos y crearon una coreografía que incluso deja de lado la silla de ruedas por momentos.
"Es un trabajo duro pero que se disfruta constantemente", dijo el bailarán a la agencia de noticias Efe. "Fue arduo (....) pero cuando hay confianza, respeto, cariño de años, no hay egos por superarse uno al otro".
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— Ocio LaRepublica.pe (@OcioLaRepublica) agosto 21, 2015
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