Un joven permanecía el lunes detenido como uno de los sospechosos del ataque a balazos a la casa de Antonio Bonfatti, gobernador de la provincia argentina de Santa Fe, que autoridades atribuyen a un intento de asesinato del funcionario y a un amedrentamiento de parte de bandas de narcotraficantes.
Raúl Lamberto, ministro de Seguridad de ese distrito situado en el noreste argentino, dijo a Radio Continental que el ataque al gobernador ocurrido el viernes por la noche en la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, es la "reacción asesina" de narcotraficantes contra un "Estado que está firme y plantado" contra la delincuencia.
Tras varios allanamientos ordenados por la justicia cinco personas fueron detenidas, de las que sólo queda un joven de 22 años bajo investigación, informó la agencia oficial de noticias Télam.
"La persona detenida cuenta con antecedentes penales y en su poder se encontraron una pistola calibre 9 milímetros y un cargador de una ametralladora FM K3", dijo al respecto Lamberto a Radio 2 Rosario.
Los elementos secuestrados serán peritados para determinar "si coinciden con los disparos efectuados al frente del domicilio del gobernador", agregó el funcionario que dijo "no tener dudas de que el atentado tuvo intenciones de producir un homicidio".
"Nadie dispara a una casa a la altura de un hombre... tres disparos de arma de fuego ingresaron al living (sala) de la vivienda", sostuvo Lamberto en las declaraciones radiales que también fueron reproducidas por Télam.
Según testigos, en el ataque participaron hombres encapuchados que se movilizaron en cuatro motocicletas y dispararon unas 14 veces contra el frente de la casa de Bonfatti.
Lamberto indicó además que los atacantes pararon sus motos y abrieron fuego directamente contra la puerta principal de la vivienda cuando el gobernador se encontraba allí junto a su mujer.
Agustín Rossi, ex diputado nacional en representación de Santa Fe y actual ministro de Defensa nacional, dijo por su parte a medios de prensa que este hecho es de "gravedad institucional" y "un intento de amedrentar" a las autoridades. "En la provincia las organizaciones narco han crecido y hay una disputa entre bandas que ha derivado en la gran cantidad de asesinatos que se han dado este año", señaló el funcionario que consideró que este problema se "incubó" durante la administración del gobernador Hermes Binner (2007-2011).
Según distintas versiones periodísticas, el gobierno santafesino tiene indicios de que el ataque fue ordenado por un narco que opera al norte de Rosario, ciudad donde en los últimos años se ha registrado un incremento de la violencia por el control de la distribución de la droga.
María Angélica Gastaldi, presidenta de la Suprema Corte santafesina, dijo por su parte a Radio Continental que hay una firme sospecha de que el tráfico de estupefacientes "está por detrás de todo esto".
Gastaldi señaló que en el Poder Judicial se conoce "la preocupación que existe en el fuero penal (provincial) por un incremento de los casos (de violencia) que parecen tener como trasfondo una vinculación con el tráfico de estupefacientes".
El gobierno provincial pretende que el gobierno nacional -de signo político contrario- aumente la presencia de gendarmes (policías de frontera) en Santa Fe. Miembros de la Gendarmería tuvieron que irse hace más de un mes a otras provincias como la de Buenos Aires para combatir el delito.