Buenos Aires. El Gobierno nacional terminará esta semana de dar forma a la propuesta de canje que el país hará a los fondos buitre ante la Corte de Apelaciones de Nueva York. Tendrá como punto de partida la idea de “tratamiento igualitario” con los acreedores que ingresaron al proceso de reestructuración llevado a cabo en 2005 y 2010.
A partir de hoy se inicia una cuenta regresiva de cinco días hábiles: sucede que el viernes 29 de marzo vence el plazo para que el país presente ante la Corte de Apelaciones una oferta para la deuda en default, según el pedido girado al país el pasado 29 de febrero por ese tribunal, dos días después de la celebración de la audiencia.
Pese a que el equipo económico que comanda Hernán Lorenzino se encuentra trabajando con pleno hermetismo sobre la propuesta argentina, cualquier solución propuesta por el país no sería mejor que la efectuada a los bonistas que ingresaron a los canjes de la deuda en 2005 y 2010.
El pasado 27 de febrero, el Gobierno expresó la posición argentina, a través del abogado Jonathan Blackman, del Estudio Cleary Gottlieb, y en presencia del vicepresidente, Amado Boudou, y Lorenzino.
Allí el letrado dijo que Argentina “no podría obedecer voluntariamente” un pedido de la Corte que implique pagarle más a los fondos buitre que al resto, o que involucre el pago de los fondos destinados para los bonistas que ingresaron a esos canjes. Esto, porque una decisión de ese tipo violaría la legislación nacional y afectaría a los demás bonistas.