Un nuevo capítulo tuvo ayer la historia de Teófilo Gutiérrez con el River Plate. En una rueda de prensa organizada por el club para presentar sus nuevos fichajes (Nicolás Bertolo, Javier Saviola, Lucho González y Tabaré Viudez), Rodolfo D’Onofrio, presidente del equipo, mostró su molestia ante la intención del atacante de abandonar el club.
“Está comiendo empanadas con su abuela (haciendo referencia a una foto que Teo publicó en Twitter). Cuando termine, veremos. Tenemos decidido que al primer equipo no vuelve. Si no hay una oferta deberá volver al club, pero buscará un lugar en la reserva”, sentenció.
La frase es la respuesta a las palabras de Teo apenas terminó la Copa América. Según dijo en aquel entonces, su ciclo con Los Millonarios ya había terminado.
“Ahora quiero descansar y estar con mi familia. Son decisiones difíciles, pero hay que asimilarlas con mucha altura, buscando lo mejor para mi familia”, había asegurado el delantero. “Son etapas que uno culmina. Para mí fue una ganadora, porque di lo mejor como hincha de River, aporté mi granito para que el club estuviera en los mejores puestos”.
Ya Enzo Francescoli, mánager del club, también había dejado clara su posición luego de los pronunciamientos del barranquillero. Para aceptar la salida del delantero, dijo, River exigirá una cifra similar a la que pagó en 2013, cuando se hizo con el 50% del pase del colombiano.
De hecho, el mismo Francescoli fue fulminante ayer en sus declaraciones en una emisora argentina: “El que quiere jugar en River quiere jugar en River. Por eso Teo saldrá del club”, explicó el uruguayo. “No se puede decir que uno ama al club y no querer jugar acá. Él está buscando nuevos destinos. Le estamos agradecidos”.