Conciertos y talleres de intercambio formaron parte de la experiencia que concretaron los artistas santafesinos y entrerrianos. Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN
De la Redacción de El Litoral
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Entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre, músicos de la región realizaron una existosa gira por los Países Bajos en la que difundieron, además de la legendaria Misa Criolla, ritmos folclóricos de diferentes regiones del país y Navidad Nuestra, de Ariel Ramírez.
Los conciertos y talleres se realizaron en Ommen, Tilburg, Oisterwijk, Uden y Heeswijk, y el grupo de músicos contó con la producción y coordinación del barítono profesor Frank Hermans. El Litoral dialogó con los artistas santafesinos para conocer detalles de la experiencia.
—¿Cómo surge la iniciativa de esta gira?
Trío Nilda Godoy: —Nos llegó una invitación de Frank Hermans para llevar nuestra música a Holanda junto con la Misa Criolla y Navidad Nuestra, en relación a los 50 años de la obra. Además nos propuso llevar workshops de música argentina para ensamble de instrumentos e interpretación para cantantes. A Frank lo conocimos en Santa Fe, en su primera visita dando clínicas para cantantes. Desde ahí comenzamos a conectarnos, compartir actividades e intercambiar experiencias sobre el trabajo con alumnos.
Nicolás Loza: —Frank tuvo la gentil idea de invitar a La Banda Roja (Entre Ríos), Trío Godoy Hussein Cernotto (Santa Fe) y por último, a mi coro, Coral Viva Voce (también de Santa Fe) para realizar una gira en los Países Bajos y así poder llevar a sus compatriotas un poco de la cultura, la alegría y la música que conoció aquí.
—¿Qué características tuvo el trabajo previo?
TNG: —Comenzamos seleccionando el repertorio que podríamos llevar como trío, hicimos una síntesis que abarcó Centro, Norte y Cuyo en música folclórica, y llevamos tango. Al compartir escenario con Coral Viva Voce y La Banda Roja, la música fue abarcada desde distintas miradas. Además trabajamos en el desarrollo de workshops específicos, como el armado de música argentina instrumental para ensamble de instrumentos. En ese intercambio también surgieron preguntas, comentarios, el mate como parte de todo nuestro folclore, nuestras costumbres, los bailes, el bombo.
—¿Qué significó para ustedes la experiencia de la gira?
TNG: —Estamos un poco sorprendidos con todo lo que pasó. Fuimos con una barrera muy importante como es la del idioma; no obstante eso, la música logró que el contacto fuera muy cercano. Nos alojamos en casas de familia y eso nos permitió estar en contacto directamente con la cultura, los gustos, las costumbres. Nuestro paso por Amsterdam fue el día que estuvimos en la Radio Nacional, tocando nuestro repertorio que también fue transmitido por la televisión holandesa.
NL: —Fue un desafío importante, que exigió un trabajo muy comprometido. Coral Viva Voce es un coro surgido a comienzos de 2013: la posibilidad de una gira internacional era impensable. Además, el compromiso tomaba mayor relevancia al poder compartir escenario con músicos de renombre nacional como La Banda Roja, Nilda, Cacho y Danilo.
—¿Qué tipo de repertorio plantearon y qué recepción tuvieron en el público?
TNG: —Nuestro repertorio contó con canciones como “Yuyo Verde” (H. Exposito y D. Federico), “Alfonsina y el mar” (F. Luna y A. Ramírez); también llevamos a Margarita y Kelo Palacios con el hermoso “Recuerdo de mis valles” y otras canciones. El cierre del repertorio lo hicimos con “Adiós Nonino”, de Piazzolla con letra de Eladia Blázquez. Nos queda el recuerdo de todos los auditorios aplaudiendo de pie cada presentación. En una chacarera que incluimos en el repertorio, algunos de los chicos del Coro se acercaban al escenario y bailaban: para la gente fue muy lindo, muy sorprendente: que de manera espontánea alguien se levante de su silla y baile frente al escenario no es común fuera de nuestro país.
NL: —El objetivo de la gira era llevar un poco de nuestra música y, fundamentalmente, realizar un homenaje a dos obras de nuestro querido compositor santafesino Ariel Ramírez. Se trata de un artista que, junto con Piazzolla y Guastavino, de los cuales también llevamos música, nos dejó muy bien parados en la escena internacional. Nos sentimos muy honrados de haber tenido más de 10 conciertos con la sala llena y con un público visiblemente emocionado y agradecido.
—¿Cuál es el balance que realizan de esta vivencia?
NGT: —Uno de los balances quizás se refiera a la importancia que tiene nuestra música fuera del país. En lugares en donde no nos imaginamos sonaba la música de un compositor santafesino, y de músicos santafesinos haciendo tango, chacareras, zambas. La música generó ensamble entre la gente, generó afectos. Queremos agradecer el esfuerzo de Frank Hermans que trabajó desde Holanda para nosotros. Todo estuvo en sus manos.
NL: —A mí particularmente me gusta pensar que ciertos eventos en la vida suceden para recordarlos siempre y que deben servir de impulso para poder seguir trabajando. Ninguno de los que viajamos cobra un sueldo por lo que hace y cada uno tuvo que pagar su pasaje. Es destacable la posibilidad que nos otorgó Hermans para que nunca nos faltara un lugar donde alojarnos, y para que pudiéramos aprovechar completamente nuestro tiempo allá. Estamos muy agradecidos con toda la gente que posibilitó esta gira. Estamos francamente felices.