Gerardo Martino apura el paso por estas horas para terminar de conformar la lista de convocados del seleccionado argentino que dará a conocer el próximo miércoles, con miras a los partidos del 12 y 17 de noviembre, respectivamente, ante Brasil en el estadio Monumental de River y frente a la Colombia de José Pekerman, en el Roberto Meléndez, de Barranquilla.
La novedad más importante pasa por el retorno al plantel de Gonzalo Higuaín, que fuera excluido en los dos primeros juegos frente a Ecuador (0-2) y Paraguay (0-0), más por una cuestión interna que futbolística, ya que el Pipita está atravesando por un excelente momento en la liga italiana, donde ayer convirtió el gol que le dio el triunfo por 1 a 0 a Napoli sobre Chievo Verona, sumando ya siete tantos en el certamen (es el máximo anotador del Calcio).
Y justamente por él ingresó por primera vez en la nómina elevada por el Tata el cordobés Paulo Dybala, que ayer desempeño una gran tarea en el vigente campeón Juventus, con gol incluido, lo que sumado a la baja por lesión de Sergio Aguero, le permitirá conservar su lugar en el grupo.
Claro que la gran baja sigue siendo la de Lionel Messi, a quien quieren preservar de cualquier riesgo para su rodilla averiada el Barcelona, los componentes del cuerpo técnico y médico del seleccionado argentino, pero sobre todo él mismo, que ya desestimó la posibilidad de volver a jugar el 21 de noviembre, cuando el blaugrana deba afrontar el clásico ante Real Madrid por la liga española.
También se producirán los regresos de Marcos Rojo, Éver Banega y Enzo Pérez, que no pudieron acceder a la pasada convocatoria por lesiones, más Lucas Biglia y Ezequiel Garay (faltaron al segundo cotejo con Paraguay por lesión el primero y por el nacimiento de su primogénito el segundo).
A partir de estas citaciones, la duda que carcome hoy por hoy a Martino pasa por el hombre que se parará detrás de los tres delanteros que coloca en su habitual 4-2-1-3, y esto se debe justamente a la buena gestión que le cupo en esa función a Tevez contra Paraguay y, por contrapartida, la floja actuación de Javier Pastore.
A 18 días de la tercera participación argentina rumbo al Mundial de Rusia 2018, si no hay tantas complicaciones como las que debió afrontar en la convocatoria anterior, y con las consabidas y muy sentidas ausencias de Messi y Aguero, una probable alineación para recibir a los de Dunga, quien ya anunció que Brasil vendrá "a una guerra" a Buenos Aires, sería la siguiente: Romero; Pablo Zabaleta, Garay, Nicolás Otamendi, Rojo; Biglia, Javier Mascherano; Pastore; Di María, Higuain y Lavezzi.
Los cuestionamientos, el mal comienzo de eliminatorias, las lesiones que provocaron bajas claves, la merma de rendimientos en algunos jugadores fundamentales para lo que pretende Martino, y la propia "idea" puesta en discusión a partir de tres presentaciones (se incluye la final de Copa América con Chile, 0-0) sin goles a favor, constituyen, frente a la calidad de rivales que se vienen, un cóctel que Martino no tendrá que beber de un sorbo si pretende que no le caiga pesado.