La causa del hundimiento de la bolsa la semana pasada no ha sido la crisis de España, tampoco de la de Europa o EE.UU.; ha sido por Argentina cuya economía depende de la de las emergentes.
Hace dos semanas publiqué en Extraconfidencial mi artículo con el Título de "Economía: Occidente vuelve". En él explicaba que Occidente será el motor del mundo en 2014. Con crecimientos del 2,5% del PIB para EE.UU. y del 1% para Europa, cómo su volumen de producción es alto, el empujón a la economía mundial será significativo. Pero también avisé que las llamadas economías emergentes, los famosos BRICs (Brasil, Rusia, India y China), podrían convertirse en un lastre. Mi reflexión era que bastante harían con sostenerse a flote.
Los BRICs sostienen al Cono Sur
Los BRICs tienen una gran influencia en la economía mundial. Pero si en alguna parte son importantes es donde se producen las materias primas, alimentos y minerales, que necesitan para su población e industria.
Pues bien, el Cono Sur (Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay) y quizás Bolivia, Perú y algún otro país Sudamericano, se ha especializado en la primera década del siglo XXI en suministrarles esas materias primas. Por eso han crecido a buen ritmo. Lo mismo que territorios específicos del África sub-sahariana.
La debilidad de los BRICs, las economías emergentes pujantes, han repercutido en sus proveedores. De todas sus economías, la más inestable es la Argentina, debido a la falta de rigor de sus finanzas públicas, dada el extraño funcionamiento de su política. Por eso es la primera del Cono Sur en reflejar las dificultades.
Argentina Gobiernos corruptos e incapaces dan una economía inestable en un país rico.
Argentina exporta carne, de buena calidad y precio y enormes cantidades de soja. Dos productos necesarios para la dieta asiática. Su gran riqueza es mal administrada por Gobiernos entre corruptos e incapaces. Su moneda es una estafa; tiene dos cambios: el oficial y el del mercado negro, donde el peso argentino está mucho más barato. Mejor dicho, son tres cambios, porque además de los anteriores el Estado permite sacar dólares para el turismo con un impuesto. Antes esa tasa era del 35% ahora del 20%.
Tres sistemas cambiarlos indican una economía monetaria enferma. En ella la picaresca se multiplica. Los argentinos prefieren tener dinero fuera o cobrar en dólares en el extranjero, para luego cambiarlo en el mercado negro, mucho más favorable para ellos. Hecha la ley hecha la trampa. Cualquier ciudadano se convierte en un experto en economía del cambio monetario y la defensa contra la hiperinflación. Invertir en esas circunstancias es absurdo. La catástrofe es inminente. El dinero no entra, es más, sale.
Lo más importante es que Argentina no es sólo una anécdota individual. Puede ser el síntoma de una cadena de problemas económicos en todo el Cono Sur. El inicio de un ciclo contractivo derivado de que "los emergentes se van".
Las bolsas reflejaron el peligro la semana pasada
En consecuencia, las empresas que tienen negocios allí pierden valor y eso es lo que ha reflejado la bolsa esta pasada semana. Por ejemplo el Santander es el tercer banco de Brasil. Si su economía se ralentiza, sus beneficios caerán. Es la lógica que ha dominado en los inversores. Cómo muchas empresas españolas tienen muchos intereses en Latinoamérica, la bolsa de Madrid es lógico que sufra.
Para un inversor la cuestión es si esta bajada de cotizaciones es pasajera o no. Si las economías Occidentales vuelven, como anunciaba mi artículo hace dos semanas la perturbación bursátil se recuperará. No obstante, para que las cotizaciones suban con fuerza las economías emergentes deberían crecer algo, o al menos no entrar en crisis.
Esa es la gran duda de este año ¿se van las economías emergentes, ahora que vuelven las Occidentales? Hay indicios de que algo de eso hay. Argentina es el primero.
J. R. Pin Arboledas, Profesor del IESE, Director del Executive MBA, Madrid
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