El candidato oficialista a la presidencia de Argentina Daniel Scioli se mantiene líder en la intención de voto a tres semanas de los comicios del 25 de octubre, según reflejan los resultados de recientes sondeos de intención de voto.
El candidato del Frente para la Victoria (FpV) encabeza con 35,1% el sondeo de la firma Management Fit, seguido por el candidato de la alianza opositora Cambiemos, Mauricio Macri, con 25,6%, y en tercer lugar el abanderado de la alianza UNA -también opositora-, Sergio Massa, con 19%, informó Reuters.
En tanto, la encuesta de la firma Ricardo Rouvier, que solo ofrece proyecciones que incluyen los votos de indecisos, coloca a Scioli de primer lugar con 41,3%, Macri en segundo con 30,5% y en el tercer lugar a Massa con 20,6%.
Cabe destacar que los dos sondeos ofrecen una diferencia de 10 puntos porcentuales y más entre Scioli y Macri para la primera vuelta electoral.
La ley argentina establece que un candidato resulta ganador, en primera vuelta, si logra el 45 % de los votos más uno o más del 40 % con una ventaja de 10 puntos o más sobre su más cercano contendor.
No obstante, hasta el momento ningún análisis descarta una segunda vuelta entre Scioli y Macri.
Debate favorece a Massa
Massa resultó ser el candidato que quedó mejor parado en el debate televisado que protagonizaron el domingo en la noche cinco de los seis aspirantes presidenciales en Argentina, según analistas.
Massa, un peronista disidente del kirchnerismo, logró que la campaña no se polarizara entre Scioli y Macri tras las primarias de agosto. "Fue más efectivo en términos de emociones, en términos de magia de la política", opinó Jorge Giacobbe, de la firma Giacobbe Asociados.
La ausencia de Scioli, que alegó inconformidad con las reglas del debate, no le acarrearía costos electorales, pues su electorado está consolidado. "La ausencia de Scioli no está en capacidad de ofender a ninguno de sus votantes", agregó el consultor.
Mientras que una mejora en la votación de Massa, respecto a las encuestas actuales, sí causaría daño a Macri, que vería crecer la diferencia entre su votación y la de Scioli.