Radicado en Francia desde 1974, Santiago Amigorena estrenó en Argentina Otros silencios (2010), segunda película como director a pesar de que treinta de sus guiones fueron llevados al cine por cineastas de todo el mundo. “Es un placer enorme trabajar con actores argentinos”, dice en diálogo con EscribiendoCine.
En Otros silencios la actriz canadiense Marie-Josée Croze interpreta a Mary, una mujer policía que a los pocos minutos de comenzado el film le matan a su marido y su pequeño hijo. A partir de ese instante atravesará todo el continente para matar a Pablito Medina (Ignacio Rogers): un muchacho argentino que asesinó por encargo.
¿Cómo se origina la trama de Otros silencios?
Todos los proyectos tienen como diferentes orígenes. Otros silencios tiene dos orígenes muy claros. Uno es un viaje al norte que hice en 2003 por cuestiones personales y que fue muy duro. Por un lado me dio las locaciones, todo pasa en los lugares que recorrí, y otro paso por el dolor de lo que me pasaba en ese momento. Algo que no estaba muy claro cuando escribía y que me parece que ahora si lo está. El otro origen tiene que ver con un viaje que hice con mi primera película, Algunos días en septiembre (2006), al festival de Beirut. Era después de la guerra y la ciudad estaba destruida. Ahí nació algo sobre para que no sirve la venganza y como se puede empezar a perdonar u olvidar.
¿De que manera trabajaste la irracionalidad en el personaje de Mary?
Había como una cosa muy clara en la que no quería que quedaran las cosas demasiado explícitas en la evolución del personaje. Para mi la historia del personaje dura esos pocos días en donde el odio es más fuerte a nivel psicología. No quería que de repente que entendiera algo y decidiera perdonar. Me peleaba, con todas esas cosas, para que nada fuera explicito, me parecía que no tenía que haber psicología. El final de la película yo lo pensé como que a partir del perdón se podía comenzar a olvidar, pero hay gente que lo ve como que el perdón es la venganza más cruel. También puede ser que haya algo por ese lado. De todas formas yo siempre pensé que el final era un poco abierto y que no tenía moral. Sería terrible que hubiera moral en una historia tan dura y violenta.
Llama la atención como trabajás el manejo de la información hacia el espectador. A diferencia de lo que ocurre habitualmente en el cine se la negás casi de manera sistemática.
Tiene que ver con dos cosas. Una es que corté cosas del guion porque me parecía que la película tenía que ser lo más seca posible. Cuando me parecía que la información era un poco explicita la sacaba. Y después había algo de psicología que para mí no es una policía que va investigando y que le cuesta encontrar las respuestas. Lo que hace es buscar un indicio, preguntar y avanzar con violencia. Esa violencia mezclada con el deseo de morir hace que se vuelva inútil empezar a buscar pistas complejas. Para mí era un personaje que si tenía que pensar paraba, entonces tenía que avanzar como una máquina.
¿Por qué la elección de Canadá para la primera parte de la trama?
Escribí el guion en inglés, así que siempre pensé filmar en EE.UU o Canadá. Canadá tiene un doble motivo. Es más fácil filmar en Canadá que en EE.UU y que apenas supe que lo iba hacer con Marie-Josée Croze me pareció que era evidente filmarlo en Canadá. No había ninguna necesidad de mentir y hacer el personaje americano cuando en la realidad era canadiense.
¿Cómo fue el proceso de selección de actores? Considerando que son canadienses y argentinos mientras vos vivís en Francia
El caso de Marie-Josée Croze fue el productor francés el que me habló muy rápido de ella. Vi enseguida casi todo lo que había filmado. Me pareció una muy buena opción. Ella trabaja mucho en Francia, donde es muy conocida. Con los chicos argentinos se hizo un casting. En Argentina hay un nivel de actores que es buenísimo, para cada papel había dos o tres opciones muy buenas. Así que elegí los que me parecían los mejores. Es un placer enorme trabajar con actores argentinos.
¿Cómo ves el sistema de producción cinematográfico francés a pesar de la crisis que están viviendo?
Pese a la crisis el sistema de producción sigue funcionando. Es muy difícil criticarlo ya que todos lo países del mundo lo copian y con éxito. En Francia el cine americano paga. Por cada entrada vendida se toma dinero para el cine nacional. Es muy difícil criticar el sistema porque tanto Corea como Argentina se inspiraron en eso y sirve. Al mismo tiempo en Francia hace tiempo que se produce un cine un tanto académico, no sé si es algo que se pueda evitar pero me parece que el cine francés está en eso.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Estoy terminando de filmar una nueva película en Francia, es una película muy chiquita que hago un poco solo. Y después tengo dos proyectos más que están bastantes avanzados. Uno es una película francesa, muy complicada, con 17 personajes en una solo historia. Y después tengo un proyecto para filmar en Buenos Aires con un personaje francés y el resto actores argentinos.