Se trata de una acumulación "vieja" de sangre y de productos de la descomposición de la sangre localizada entre la superficie del cerebro y su capa más exterior (duramadre). Su fase crónica, comienza varias semanas después del primer sangrado.
Las causas de un hematoma subdural se desarrolla cuando las diminutas venas que corren entre la duramadre y la superficie del cerebro se rompen y dejan escapar sangre. Por lo general, se presenta como resultado de un traumatismo craneal leve. Luego se forma una acumulación de sangre sobre la superficie del cerebro.
En el tratamiento de este tipo de afección, el objetivo es controlar los síntomas y minimizar o prevenir un daño cerebral permanente. Los hematomas subdurales crónicos que causan síntomas generalmente no sanan por sí mismos con el tiempo.
Acerca de ese diagnóstico, el rector del Instituto Superior de Ciencias de la Salud (matrícula 96332), Claudio Santamaría, explicó que se trata de un "hematoma que esté contra el cráneo y comprime el cerebro, lo cual le provoca una cefalea".
En diálogo con el canal C5N, el médico detalló que el hematoma subdural crónico es "una acumulación vieja de sangre y de productos de la descomposición de la sangre localizada entre la superficie del cerebro y su capa más exterior". Y agregó: "Ese sangrado pudo haberse producido a raíz de un golpe"
Asimismo, el especialista señaló que la fase crónica de un hematoma subdural comienza "varias semanas después del primer sangrado".
Según publicó la Revista Argentina de Neurociencia, "se considera que a partir de un traumatismo encéfalocraneano se produce un sangrado a nivel subdural; éste desencadena un proceso inflamatorio local en la duramadre, con proliferación celular reactiva que determina la formación de una membrana externa vascularizada y una membrana interna avascula".
Asimismo, dicho artículo explica que "si bien este proceso inflamatorio tiene como objetivo reabsorber el sangrado, se producen fenómenos locales en algunos pacientes, por motivos no aclarados completamente, que hacen que el hematoma crezca".
Existen diversos tratamientos para el cuadro descrito, que van desde intervenciones quirúrgicas hasta no quirúrgicas, pero es posible que los hematomas que no causen síntomas no requieran tratamiento.