Los rebeldes sirios derribaron este sábado un avión de combate del ejército en la provincia de Alepo, al norte de Siria, en donde la aviación bombardeaba a los insurgentes que lograron bloquear los refuerzos del gobierno en dos carreteras que unen Damasco a la capital comercial del norte.
Tras una serie de incidentes militares en su frontera con Siria, Turquía prometió nuevamente responder a todo ataque de Damasco, en ocasión de una visita del mediador internacional Lajdar Brahimi a Estambul, ciudad en donde se llevó a cabo este sábado una intensa actividad diplomática.
La aviación militar siria registró este sábado varios reveces, perdiendo uno de sus aparatos en la provincia de Alepo y dos de sus bases en la región de Homs (centro) y de Damasco, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los rebeldes derribaron un avión del ejército en la periferia oeste de Alepo", a unos 10 km de esta ciudad, declaró un oficial rebelde a la AFP en Atme, base de retaguardia de los rebeldes en la provincia vecina de Idleb. El oficial precisó que el aparato fue derribado utilizando ametralladoras pesadas.
Un video aficionado rodado por militantes y distribuido por el OSDH muestra a un grupo de personas correr hacia un lugar en donde se ve un ala del avión, negra por el fuego, así como pedazos de lo que parece ser el fuselaje.
A unos 10 km al sur de Alepo los rebeldes bloquearon dos convoyes militares, formados por blindados y vehículos de transporte de tropas. Uno de ellos se dirigía hacia Maaret al Nooman, localidad estratégica al sur de la capital comercial del norte que está en manos de los rebeldes desde hace una semana, según un periodista de la AFP.
En la provincia de Idleb los rebeldes bloquearon el segundo convoy que intentaba llegar a la Base 46, estratégica en la región.
Los rebeldes tratan por todos los medios bloquear los refuerzos del régimen que transitan por estos ejes terrestres, paso obligado del ejército hacia Alepo (norte) en donde las tropas regulares y los insurgentes combaten desde mediados de julio.
Según los expertos, el ejército está debilitado por la multiplicación de frentes en el país y los ataques en las rutas para aprovisionarse. Su superioridad militar, en particular, ya sólo le permite desacelerar el avance de los rebeldes.
"Los combates se intensificaron a tal punto que el balance de civiles de los últimos días es inferior al de los rebeldes o soldados", estimó Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH que dio cuenta de 105 muertos este sábado, de los cuales 39 civiles.
Entre los civiles, ocho personas, entre ellas un niño y dos mujeres, murieron por la explosión de un coche bomba cerca de Damasco, informó el OSDH.
En el corazón de Alepo, los combates alcanzaron la mezquita de Omeya, constató un corresponsal de la AFP. Los rebeldes acusan al ejército de utilizar la mezquita como base militar debido a su posición estratégica en la ciudad vieja de Alepo y de su arquitectura que hace de ella una fortaleza.
Sin que cese la violencia y cuando la comunidad internacional está paralizada por sus divisiones, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan pidió reformar el Consejo de Seguridad de la ONU que "está perdiendo rápidamente su legitimidad", advirtió.
Por su lado, Brahimi, que el domingo estará en Teherán y el lunes en Bagdad en el marco de una gira regional que inició el miércoles en Arabia Saudita, estaba este sábado en Estambul, en medio de la tensión creciente entre Ankara y Damasco.
Se reunió con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil El Arabi, así como con el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, que advirtió que Turquía respondería nuevamente en caso de violación de su frontera por Siria.
Las relaciones entre Turquía y Siria son pésimas desde que un obús sirio matara a cinco civiles turcos en la frontera el pasado 3 de octubre. Se han vuelto a envenenar tras la intercepción el miércoles en Turquía de una avión de línea sirio que cubría la ruta Moscú-Damasco.
Ankara asegura que el aparato transportaba armas de fabricación rusa destinadas a las fuerzas sirias, lo que desmintieron Damasco y Moscú, país este último que habló de simples piezas de radar.
Damasco indicó el sábado que deseaba la creación de un comité de seguridad conjunto con Turquía "que tendría como misión encontrar un mecanismo de vigilancia de la frontera, en el respeto de la soberanía nacional" de los dos países.