La Moraleja, una próspera finca en el centro de Salta
MADRID.- El escándalo de corrupción que golpea al Partido Popular (PP) y al gobierno del presidente español, Mariano Rajoy , no deja de crecer hora tras hora ni de provocar nuevas polémicas. La más reciente ya no tiene como epicentro de las acusaciones sobre supuesto manejo irregular de fondos a España o a Suiza, sino a la Argentina.
Según la policía judicial española, Luis Bárcenas, ex tesorero del PP y principal sospechoso de la trama, habría desviado "buena parte" de su fortuna de 22,4 millones de euros declarada en una cuenta suiza a inversiones realizadas en el cultivo del limón en una finca de la provincia de Salta.
Los detalles de la "pista sudamericana" de la investigación judicial fueron difundidos este fin de semana por la prensa española. De acuerdo con distintas versiones, tanto Bárcenas como su esposa, Rosalía Iglesias Villar, son socios de Ángel Sanchís Perales, también ex tesorero del PP (hasta 1988) y propietario de la finca agrícola La Moraleja, un emprendimiento con más de 30.000 hectáreas destinadas a la producción de cítricos y soja.
Sanchís, español de nacimiento y recordado en su país por su militancia en la Alianza Popular (AP), el partido que fue refundado como el actual PP en 1989, se radicó en la Argentina luego de resultar absuelto en un proceso que se le inició en 1988 por administración irregular de las finanzas de esa fuerza política, de la que también fue tesorero.
Bárcenas, que fue introducido en la política por Sanchís, habría pedido auxilio a su mentor y amigo a mediados de 2011, con el fin de "camuflar" los fondos millonarios que tenía en Suiza, y que cada vez se le hacía más difícil de retener allí, supuestamente debido a las presiones que recibía para justificar su origen.
En 2008, Bárcenas había manifestado que el dinero procedía de obras de arte que compraba y vendía, pero las insistentes preguntas por parte del Dresdner Bank sobre la procedencia de esos fondos habrían terminado por incomodarlo. Aquélla habría sido una de las razones por las que el 5 de mayo de 2011 Bárcenas fundó la empresa Conosur Land, en la avenida madrileña Príncipe de Vergara -la misma que hasta 2009 albergó a Aerolíneas Argentinas- y dedicada a "explotaciones agrícolas, ganaderas, vitícolas y forestales".
El pequeño capital social de este nuevo emprendimiento de Bárcenas, que dos años antes había sido imputado por la trama de corrupción política conocida como "caso Gürtel", hizo sospechar a la policía judicial española, que lo vio como una "tapadera" para otras actividades. El escepticismo se incrementaría paulatinamente: primero, cuando constató que el domicilio coincidía con el particular de Bárcenas y, luego, por su decisión de cambiar el rubro de la supuesta empresa en febrero de 2012. A partir de entonces, ya había dejado de ser un emprendimiento agrícola para dedicarse al de "construcción, comercio al por mayor y actividades inmobiliarias".
Pero la empresa mutante no habría sido más que una simple "pantalla" para girar fondos al exterior. De acuerdo con un informe oficial emitido por Suiza, Bárcenas extrajo de sus cuentas bancarias cerca de 4,5 millones de euros, que luego trianguló a los bancos UBS y HSBC, en Estados Unidos. Y, en forma paralela, también le otorgó un poder a Sanchís para realizar, con una suma de dinero aún no determinada, inversiones en la Argentina y Brasil.
Junto con sus tres hijos, Sanchís es el dueño de la sexta empresa productora de limones en el país, y cuenta con un patrimonio de más de 50 millones de euros. La Moraleja ha sido comparada con un verdadero "imperio agrícola" por el diario español El País: llegó a tener 1700 empleados y exporta gran parte de su producción a la Unión Europea.
El caso de los millones de euros fugados de Bárcenas, que también es investigado por el presunto pago de sobresueldos ilegales a miembros de la cúpula del PP, trajo ayer también importantes consecuencias políticas. La principal fuerza de oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), anunció que iniciará una ofensiva judicial y parlamentaria para que Rajoy y sus ministros rindan cuentas ante la sociedad española..
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