PROYECTAN CRECIMIENTO DEL CONSUMO DE CERVEZA EN …

El consumo de cerveza, cuya publicidad comienza a arrasar con la llegada de los primeros calores, viene ascendiendo y tiene potencial considerable como para superar los actuales 45 litros per cápita que se registran en la Argentina, según indicaron los expertos.

En la Argentina el patrón de consumo es muy sano. Es menos intenso pero más frecuente. Una o dos cervezas por día no hacen daño, consideró el polaco Witold Ruchala, flamante CEO de la cervecera Isenbeck de Argentina, subsidiaria de la norteamericana Sab Miller, en diálogo con Télam.

Sostuvo que en los países desarrollados el consumo de cerveza es de 68 a 70 litros per cápita en la República Checa llega a 160 litros y en Alemania a 107-, y de partir de allí consideró que la evolución del producto en la Argentina cuenta con un importante potencial que se puede elevar hasta los 50 ó 60 litros per cápita en un tiempo no lejano.

Medio litro de cerveza equivale a 30 minutos de trabajo, comparó Ruchala al dar a conocer las equivalencias que existen entre el precio de la bebida y el salario mínimo local.

Señaló, además, que esas proporciones son similares a países como México y Chile.

Según un informe de Alimentos Argentinos, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, la producción nacional de cerveza se encuentra a cargo principalmente de cuatro grandes empresas: Cervecería Quilmes, Compañía Industrial Cervecera S.A.

(CICSA), Inversora Cervecera S.A. (ICSA) e Isenbeck.

La empresa Quilmes, controlada por la firma belgo-brasileña InBev, posee el 71% de la participación en el mercado, seguida de la firma de origen chileno Compañías Cerveceras Unidas (CCU) controlante en el país de las marcas Schneider, Budweiser y Heineken, entre otras, con un 16% del consumo.

El tercer lugar del ranking corresponde a ICSA, con un siete por ciento del mercado, que comercializa las marcas Imperial, Bieckert, Palermo.

El restante seis por ciento corresponde a Isenbeck, que comercializa también las marcas Warsteiner, Miller Genuine y Diosa, entre otras.

La producción anual de cerveza en la Argentina es de 18,6 millones de hectolitros y la vida útil del producto embotellado va de seis a doce meses.

Es notable el crecimiento de la categoría premium en el consumo argentino, marcó Ruchala.

En efecto, las tres marcas que pelean en esa posición son Heineken (de origen holandés, en manos de CCU); Warsteiner, (controlada por Isenbeck), y Stella Artois (marca belga producida por Quilmes, que integra a nivel internacional el conglomerado de InBev), detalla el informe de Alimentos Argentinos.

A este listado se le debe sumar el centenar de empresas que elaboran cervezas artesanales en la Argentina, como el caso de Antares y El Bolsón y otras marcas como Imperial de CCU y Otro Mundo, producida y distribuída por el mismo grupo chileno.

La consultora de consumo masivo Kantar World Pannel informó que en el primer semestre de este año las bebidas que incrementaron su consumo en la Argentina fueron los jugos listos (22%); la cerveza (10%); las aguas saborizadas (9%) y las gaseosas (3%).

Para la consultora, el rol de las marcas es primordial y vincula esa característica con un portfolio amplio, un packaging atractivo y una innovacion real.

Atento a esas tendencias, Isenbeck, por ejemplo, modificó la forma de sus botellas y pasó de un envase de líneas curvas parecidas a las botellas de vino a líneas rectas, con nuevas etiquetas. La compañía (Sab Miller) invirtió en la modernización de la planta lo mismo que invirtió hace dos años en la compra de la empresa (Isenbeck de Argentina), dijo Ruchala al aludir a los 40 millones de dólares invertidos en la adquisición de heladeras, choperas, muebles y el reacondicionamiento de las botellas.

En materia de gustos en la Argentina, es la cerveza blanca la que concentra el 90% de la demanda; la cerveza negra abarca el cinco por ciento del consumo. Al argentino le gusta la cerveza fácil de tomar, no tan amarga como la europea, evalúa Ruchala.

La cerveza se elabora con agua, cebada, lúpulo y levadura.

Las premium demanda un ciento por ciento de malta de cebada. Para elaborar un litro de cerveza se usan actualmente seis litros de agua y se planea reducir ese gasto para que en dos años el consumo de agua llegue a cuatro litros por botella de cerveza.

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