Un estudio difundido por la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), basado en una encuenta realizada entre consumidores, determinó que el 30% de los usuarios de protectores solares “no reaplica el producto en jornadas extendidas al aire libre y un 40 % usa los comprados el año anterior”.
“Y hay algo aún más grave ya que el 99 % sólo se los aplica en la playa o en las piletas, cuando la recomendación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y otros organismos es que deben ser utilizados en cualquier situación de exposición de la piel a los rayos solares”, explicó el titular de la entidad, Miguel Lombardo.
El informe reveló que el 82 % de los consumidores adquiere los protectores solares antes de las vacaciones y que sólo el 40 % solicita algún tipo de recomendación a dermatólogos o farmaceúticos.
“Este trabajo resulta clave para conocer el comportamiento de la comunidad ante la utilización de un producto clave para la protección de la piel y para evitar futuros trastornos graves, como puede ser el cáncer de piel”, destacó Lombardo.
“La protección contra los efectos del sol es importante durante todo el año y no solamente en verano, pues los rayos ultravioletas también afectan en los días nublados y en aquellos de poca luminosidad”, alertó.
Además, Lombardo hizo hincapié en que la comunidad “necesita concientizarse sobre esta situación y comenzar a cambiar sus hábitos” y advirtió que la radiación ultravioleta “penetra la piel y puede provocar quemadura solar, envejecimiento prematuro del tejido epitelial, daños en los ojos e incluso hasta cáncer de piel”.
“El protector solar en todas sus presentaciones como crema, loción, gel, spray evita o disminuye las quemaduras debidas a la exposición al sol”, sostuvo.
Lombardo destacó que uno de los errores más frecuentes “es considerar que con una aplicación por jornada, el cuerpo queda protegido de los rayos ultravioletas”, y aclaró que “está comprobado que es imprescindible la reaplicación de los productos, tanto en adultos como en niños”.
Según la ANMAT, todos los protectores solares, aun los resistentes al agua, deben ser reaplicados luego de dos horas de exposición continua al sol; cada vez que se sale del agua; luego de secarse con toalla o después de practicar deportes.
“Otro concepto equivocado que tiene la gente es que se aplica en la playa o en la pileta, cuando ya está instalado frente al sol y los filtros solares deben usarse entre 30 minutos y 2 horas antes de exponerse al sol”, aseguró Lombardo.
Además, recordó que de acuerdo con las recomendaciones que ofrecen los farmacéuticos, los protectores solares son seguros en la mayoría de los niños pequeños y niños mayores “pero no deben ser la primera y única línea de defensa”.
“Todos los niños pequeños deben estar bien cubiertos con ropa y sombreros y deben mantenerse alejados del sol durante los períodos de máxima luz solar y los menores de seis meses no deden usar protectores solares sin consultar con un médico”, explicó.
Télam