Por Diego Schurman para Tiempo Argentino

ARGENTINA.- Eduardo Fellner comenzó a asomar con fuerza en el firmamento justicialista. El gobernador de Jujuy aparece por estas horas como el dirigente que reúne mayor consenso para tomar las riendas de un partido en ebullición, acaso un estado inevitable cada vez que se discute poder.

Estando en el candelero numerosos aspirantes declarados y potenciales para suceder a Cristina Kirchner, el mandatario norteño, otrora presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, emerge como una figura equidistante, capaz de mantenerse neutro en la compulsa que se avecina. Algo así como un garante.

Fellner es uno de los que no tiene en su hoja de ruta a la Rosada. Su objetivo está limitado a Jujuy, que maneja desde 1998,  con la sola interrupción del período 2007-2011 que –ante la imposibilidad legal de un tercer período continuo– cedió al justicialista Walter Barrionuevo.

Dicho en otras palabras, el gobernador se mantuvo a flote en aguas menemistas, duhaldistas y kirchneristas, en momentos de calma y de tormentas, algo ideal para un partido que busca mostrarse unido, dirimiendo sus cuitas puertas adentro y consolidando los liderazgos a través de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO). Es una manera, además, de aislar, y dejar deliberadamente afuera de la discusión, a Sergio Massa, quien buscará la banda y el bastón con el sello del Frente Renovador.

Como parte de la movida de llevar a Fellner a la titularidad el PJ, un cargo que está acéfalo desde hace más de un año y medio,  también se realizaron contactos con José Manuel De la Sota, un duro crítico de las políticas oficiales.  Tener dentro del debate interno a un representante de Córdoba –sea el gobernador o su antecesor Juan Schiaretti– fortalecería a quien finalmente sea catapultado como candidato a presidente de la Nación. 

Hasta ahora manifestaron su voluntad de competir los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Urribarri (Entre Ríos)  y Juan Manuel Urtubey (Salta); el ministro de Transporte e Interior, Florencio Randazzo; y el senador Aníbal Fernández. A estos podrían sumarse el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y el diputado Julián Domínguez.

De todos ellos, hay al menos dos que se mueven con mayor desenfado. Uno es Scioli, el primero en zambullirse a la pileta, abocado por estas horas a un mix de gestión y rosca política.
El gobernador bonaerense es, dentro del espacio kirchnerista, el que mejor se lleva con De la Sota y el que más rápidamente se está moviendo para tener tropa propia en el distrito porteño, consolidando el eje Buenos Aires-Capital Federal-Córdoba, tres de las comarcas electorales más populosas del país.

Esta semana el jefe de gabinete de Scioli, Alberto Pérez, se reunió con Víctor Santa María, el secretario general del sindicato de encargados de edificio y aspirante a comandar el PJ porteño. 

Pérez no estuvo solo: llegó acompañado de viejos y nuevos compañeros del gobernador, que formarán parte de la mesa local "Scioli Presidente". Entre ellos, el titular del Instituto Cultural, Jorge Telerman; el ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro Rodríguez; y el presidente del BAPRO, Gustavo Marangoni.

"Macri viene con (María Eugenia)Vidal a recorrer la provincia y marcarnos si le falta pintura a una pared de hospital o si se rompió la lamparita de tal intendencia. Vayamos a hacer lo mismo nosotros en Capital, donde faltan muchas cosas por hacer y nadie se las dice", fue el pedido expreso que Scioli le hizo llegar a Santa María a través de sus emisarios.

Algunos piensan en levantar el perfil de la propia Karina Rabolini, para que desde la fundación del Banco Provincia recorra el país en el marco de los programas de Responsabilidad Social Empresaria.
Por su lado, Randazzo comenzó de a poco a armar reuniones con algunos referentes bonaerenses con el propósito de ir articulando en el pago concebido en la política como "la madre de todas las batallas", ya que allí vota casi el 40% del electorado nacional.

De todos modos, el fuerte del ministro sigue siendo su gestión. A los avances logrados en la confección de los DNI y los pasaportes, en términos de celeridad,  busca sumar ahora lo que resulte de la renovación del sistema ferroviario. El miércoles presentó los primeros coches traídos de China para la línea Sarmiento y en julio, según la promesa oficial, se completará la flota de 25 formaciones.  

 "Sí, soy candidato ¿Cuál es el problema?  Siento la obligación moral de que la sociedad no esté sometida a los candidatos oficialistas y opositores de los medios y los grupos concentrados", dijo el ministro a CN23, en un claro tiro por elevación a Scioli, Massa y Macri.

De esta manera, Randazzo se ofrendó como un "candidato puro" del proyecto kirchnerista, una bandera que seguramente comenzará a ser materia de disputa entre los aspirantes que surjan de las entrañas de la Casa Rosada.

Sin quererlo, Fellner mismo quedó atrapado en su momento en el vértigo de la interna entre kircneristas y peronistas ortodoxos cuando la referente social de Jujuy, Milagro Sala, le disputó el título de oficialista.

"Estamos hartos de que este gobierno provincial nos venga a versear y los funcionarios vayan a Buenos Aires a decir que son kirchneristas porque no lo son, porque si fueran kirchneristas harían las cosas bien y se hubieran sentado a discutir cuál es la justicia que queremos para Jujuy", enfatizó la titular de la agrupación Tupac Amaru, durante aquel cierre del Encuentro Federal sobre Democratización de la Justicia.

Fellner está acostumbrados a estos escarceos: en 2004 fue presidente temporario del PJ nacional cuando Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde se disputaban, inclementes, la titularidad del partido. Ya entonces mostraba su don de equilibrista y su buena llegada a los gobernadores justicialistas.
Así las cosas, de regresar a la conducción del PJ, llevando el título del gobernador más ganador de su provincia, Fellner podría arrogarse ser el jujeño que más alto llegó en la política nacional. Aunque sería sólo una forma de decir, porque no es jujeño. Nació en Río Tercero, Córdoba.

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