En la reunión llevada adelante esta semana en Nueva York, Perceval coincidió con el experto en que “todo Estado de Derecho y toda democracia real debe impedir que en pos de la apertura económica o del libre mercado sin reglas de juego claras, justas y transparentes, se justifiquen políticas y decisiones que lleven al no reconocimiento económico, ético y legal, a la obstaculización institucional o aún a la violación factica de los derechos humanos, particularmente de los derechos económicos, sociales y culturales.”
En ese sentido, Alfred de Zayas, destacó que “Argentina es uno de los países que más ha contribuido y contribuye en el ámbito de ONU para que ningún acuerdo multilateral tenga el potencial de afectar la vida y los derechos de millones de personas”, y solicitó al país a que “continúe ejerciendo este liderazgo ahora desde la vicepresidencia del Consejo Económico y Social”.
Para el experto, “el comercio debe ser hecho para trabajar por los derechos humanos y el desarrollo, y no contra ellos” siendo que “los Estados no pueden poner en entredicho su obligación de garantizar los derechos humanos aceptando acuerdos de solución de controversias entre inversores y Estados, que permitan a los inversores impugnar las leyes laborales y ambientales o los códigos de salud”.
De Zayas, sostuvo entonces que “en los últimos 25 años se alcanzaron acuerdos bilaterales internacionales y acuerdos de libre comercio con diversos actores y esto socavó gravemente el orden internacional y puso en jaque los principios fundamentales de la soberanía de las Naciones Unidas, de los Estados, la democracia y al Estado de Derechos”.
Por su parte, la embajadora Perceval expresó el apoyo a la tarea del experto independiente de ONU, así como el compromiso de Argentina para promover un orden internacional más justo, democrático y equitativo, según detalló la representación ante Naciones Unidas a través de un comunicado.
Por último, Alfred-Maurice de Zayas, confió que era posible ser optimistas acerca de la posibilidad de construir a partir de una clara voluntad política y de relaciones multilaterales solidarias, un orden internacional democrático, equitativo y en paz.
No obstante, concluyó el experto, “necesitamos países como Argentina que nos apoyen para superar uno de los mayores obstáculos que aún tenemos que enfrentar: mitologías y los fundamentalismos de mercado”.