Tras la decisión del gigante de cruceros Carnival Group de eliminar de sus itinerarios para el 2013 a la Argentina por varias protestas que sufrieron empresas inglesas en Buenos Aires, desde el gobierno británico de David Cameron aseguraron que en el país se "intimida" a los barcos extranjeros.
Fue el secretario de Estado para Asuntos del Commonwealth, Hugo Swire, el que disparó contra el país y aseguró que las situaciones sufridas por cruceros británicos fueron un "chantaje".
"El gobierno británico lamenta profundamente que elementos de la Argentina hayan tomado recientemente acciones dirigidas a interferir en la visita de cruceros", explicó Swire en una reunión en el Parlamento inglés, según consignó hoy el diario Clarín. Si bien los cuestionamientos se conocieron ayer, los parlamentarios británicos discutieron sobre la cuestión Argentina el pasado 20 de diciembre.
La nueva escalada de tensión llegó días después de que Carnival Group quitara de su itinerario a puertos argentinos y luego de que el gobierno británico citara a la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, en protesta por las acciones de intimidación que estaban sufriendo los barcos que tenían como escala las islas Malvinas. A mediados de noviembre, manifestantes de la agrupación Quebracho incluso atacaron las oficinas de una empresa de cruceros en la zona de Retiro.
Según se informó desde la compañía, cuyo holding en realidad es de origen norteamericano, en los últimos meses estuvieron trabajando junto con el Foreign Office y sus agentes locales para obtener garantías del gobierno argentino de que los barcos serían autorizados a amarrar en los puertos locales. "Pero no pudimos obtener estas garantías y el riesgo de ser rechazados o demorados es demasiado alto", sentenció un comunicado del 13 de diciembre.
En rigor, los dos cruceros que eliminaron para el año próximo sus escalas en los puertos de Buenos Aires, Ushuaia y Puerto Madryn son el Arcadia y el Adonia, de la marca PO Cruises, que forma parte de Carnival Group, corporación que también es dueña de otras compañías como Cunard, Costa Cruises y Princess Cruises, que todavía mantienen a la Argentina en los itinerarios de sus cruceros. En lugar de amarrar en Buenos Aires, los barcos de PO pararán en Montevideo.
El secretario de Estado Swire explicó antes los parlamentarios que las compañías de cruceros realizan una actividad "legal" y reveló que funcionarios de su área han "discutido" sobre ese tema con funcionarios argentinos. "Entiendo que la empresa Carnival al no obtener seguridades de que sus barcos no serán interferidos en la Argentina, tuvo que dejar de lado puertos en ese país", señaló.
En febrero pasado, la Argentina negó a por lo menos dos cruceros de Carnival Corporation atracar en Ushuaia luego de que hicieran escala en las islas Malvinas y antes de dirigirse a Chile. En esa ocasión, el gobierno británico se mostró "frustrado e indignado"..
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