El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó ayer su previsión de crecimiento para la economía global para este año y 2017 y atribuyó las peores perspectivas a la profundización de la recesión de Brasil y a la desaceleración de la economía China, los principales socios de Argentina, como consignó Cronista.com.
El Reporte Económico Global (World Economic Outlook, o WEO) se difundió luego de que China informó que su economía creció en 2015 6,9% en medio de una continua desaceleración que significó la expansión más baja del último cuarto de siglo.
El dato que más preocupación trajo a Argentina es que el FMI endureció su pronóstico para Brasil. Según las proyecciones del organismo multilateral, Brasil terminó 2015 con una recesión del 3,8% y se contraerá este año otro 3,5%. En octubre, el Fondo había augurado una salida más pronunciada de la crisis brasileña, con un pronóstico negativo de "apenas" 1% para 2016.
Para el Fondo, la recesión, "causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas ininterrumpidas de la investigación de Petrobras, está demostrando ser más profunda y prolongada que lo esperado". Esa débil proyección arrastró a las estimaciones para América latina y el Caribe, que el Fondo revisó a la baja, a -0,3% en 2016 y 1,6% en 2017. Si bien no se difundieron correcciones país por país, el FMI estimó en octubre para Argentina un crecimiento débil, de 0,2%, para 2017 y una recesión de 0,7% para 2016.
El economista Dante Sica, director de Abeceb.com, afirmó que "para Argentina, el principal problema es Brasil y después viene China". Y explicó: "Brasil no nos compra y eso impacta mucho en los sectores industriales, en especial el automotriz. Y hay muchas exportaciones del interior que dependen de Brasil. Y no nos va a querer vender mucho; con devaluación y capacidad ociosa, va a tener una capacidad competitiva muy fuerte". Para el experto, los más afectados son los sectores sensibles: el textil, la línea blanca, la industria metalmecánica y la autopartistas.
En el caso de China, Sica consideró que, a pesar de la desaceleración de su economía, "todavía la demanda de alimentos no ha caído y los precios de las commodities, como la soja, no cayeron, aunque sí se le pone un techo al aumento de precios". Además, "es una preocupación su potencia exportadora; sale a vender a costos muy bajos". Otra vez, las industrias mano de obra intensiva argentinas serían las que más fuerte sentirían el impacto.
El FMI consideró que la desaceleración china continuará: "Se prevé que el crecimiento en China disminuya a 6,3% en 2016 y 6% en 2017, más que nada debido a un crecimiento más bajo de la inversión a medida que la economía continúa reequilibrándose", es decir, cambiando de un foco en la inversión y las manufacturas a otro puesto en el consumo y los servicios.
Los menores precios de los combustibles afectarán en el crecimiento de las economías emergentes, que ahora ven a Estados Unidos subir su tasa de interés. Estas tendencias harán que la economía global crezca 3,4% en 2016 y 3,6% el año entrante, en lo que significa una corrección a la baja del 0,2% para cada período.
La previsión global es más optimista a la que hizo días atrás el Banco Mundial. Este organismo recortó su pronóstico de junio (3,3%) a 2,9%. El miércoles 6, el BM recortó la previsión para la economía argentina 1,1 punto porcentual, hasta 0,7%, debido al impacto de la desaceleración china y la recesión brasileña, pero también a la expectativa de que la administración de Mauricio Macri ajuste el gasto público, de acuerdo con información presentada por el portal económico Cronista.com.