Sorprendido, Michel Sapin, ministro de finanzas francés
13/09/14 - 07:34hs
El Gobierno propuso a Francia como sede de pago de los bonos en default sin siquiera consultar a los europeos. El Ministro de Finanzas se mostró “sorprendido” y aseguró que temen que la Justicia norteamericana declare el desacato
Tras las fallidas negociaciones entre el Gobierno argentino y los acreedores de su deuda externa, el kirchnerismo implementó numerosas medidas para salir del default. Ninguna tuvo éxito. En la madrugada del jueves, el Congreso aprobó la polémica Ley de Pago soberano de la deuda y la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner la promulgó el pasado jueves. Pero ayer se conoció una más de las incoherencias kirchneristas: la norma prevé que los bonistas puedan cobrar sus acreencias en Francia, aunque las autoridades de ese país revelaron que nunca fueron consultados por los funcionarios argentinos.
“La decisión tomó por sorpresa al gobierno francés” y ello “incomoda a París”, que no cree estar involucrado “como una actor en la negociación de la deuda de Argentina con sus acreedores privados”, revelaron fuentes del Ministerio de Finanzas de la potencia europea.
El gobierno francés evalúa ahora si legalmente debe dar su aval para que nuestro país pague sus deudas a través de la legislación francesa, aunque se cree que no. En ese marco el ministro de Finanzas de ese país, Michel Sapin, señaló que “si se puede hacer en París, tenemos grandes bancos que pueden hacer ese tipo de pagos”. Pero además dejó entrever lo que fuentes de su propia cartera confirmaron: Argentina nunca invitó a los franceses a participar como jurisdicción de pago de la deuda reestructurada.
El canciller argentino, Héctor Timerman, y su equipo de colaboradores volvieron a dar sobradas muestras de su impericia a la hora de conducir las relaciones externas de nuestro país y pusieron a Francia en una comprometida situación. Es que diversos especialistas en la materia advirtieron que apoyar la disposición argentina podría significar los actores que tienen actividades financieras al otro lado del Atlántico, corren el peligro de ser acusados de “desacato”.
La noticia repercutió fuertemente en la prensa local y varios analistas franceses explicaron que la decisión que debe tomar Francia es difícil, ya que el juez norteamericano Thomas Griesa alertó que la Justicia americana “considera una violación la maniobra argentina de cambiar la jurisdicción del pago de la deuda en default”, por lo que “prohibió a toda entidad ayudar a la Argentina para que pague vencimientos a sus acreedores mientras los holdouts que ganaron el juicio no cobren”.
Una vez más la improvisación kirchnerista complica aún más al país y lo deja al borde del desacato que amenaza con dictar la Justicia estadounidense. Pero ahora la controvertida medida K no sólo podría perjudicar a la Argentina sino también a Francia, un Estado que de pronto quedó inmerso en una negociación con la que nada tiene que ver.
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