Llegó el día D. La lista de 26 futbolistas tenía que ser depurada nuevamente para cumplir con las exigencias de FIFA: entregar la nómina definitiva de 23 apellidos a diez días del inicio de la máxima competencia del fútbol mundial. Se intuía que Alejandro Sabella se inclinaría por sacar a un defensor y dos mediocampistas, en principio había algunos números puestos, pero con el paso del tiempo todo empezó a ser duda, llegando incluso a hablarse de sorpresas.
El seleccionador se volcó por la última línea habitual (Zabaleta, Fernández, Garay, Rojo) más dos suplentes que siempre acompañaron las convocatorias como José Basanta y Hugo Campagnaro. Así las cosas, entonces, quedaba una sola plaza disponible para dos apellidos: Martín Demichelis ó Nicolás Otamendi. Y el técnico se tomó hasta el último minuto para definirse por el hombre de Manchester City, dejando al joven surgido en Vélez al margen.
Otamendi apareció en el Fortín en el año 2008, se ganó la titularidad y, después de medio centenar de partidos, fue vendido a Porto, donde estuvo entre 2010 y 2013 para luego ser cedido a Atlético Mineiro, a pesar de que su ficha fuera vendida a Valencia (donde se presentará a entrenar el mes próximo). En el medio tuvo varias participaciones con la Selección Nacional, incluso Diego Maradona lo tuvo en cuenta para el Mundial en Sudáfrica. Aquella experiencia, más el presente en Brasil, donde tendrá lugar la Copa del Mundo, hacían suponer que Sabella se inclinaría por él, cosa que finalmente no pasó.
En el mediocampo, José Sosa peleaba con Ricaro Álvarez por el segundo puesto vacante. El Principito era un jugador fetiche para Sabella en el Estudiantes campeón, e incluso el técnico lo utilizó varias veces como titular en la Argentina, pero la mudanza del futbolista a Ucrania lo relegó en la consideración. Sin embargo el traspaso a Atlético de Madrid lo volvió a poner en escena. Si bien nunca fue un indiscutido en el equipo del Cholo, sumó varios minutos en buen nivel, situación que permitió la ilusión de estar en el Mundial, pero finalmente el técnico se volcó por el hombre de Inter, con características más parecidas a Ángel Di María.
El tercer borrado fue la sorpresa: Ever Banega. Nadie pensó, habiendo dejado atrás la neumonía que complicó su salud hace un mes, que el hombre de Newell’s podía perderse la cita.