Apenas transcurrieron unos pocos días desde que fue aprobada la nueva Ley de Riesgos del Trabajo y, aún con la polémica encendida, el Gobierno, cámaras empresarias y centrales obreras -afines a la Casa Rosada- se reunieron este lunes por la tarde en el Ministerio de Trabajo para modificar un aspecto clave del régimen de accidentes laborales.
Se trata del listado de enfermedades profesionales que fuera oportunamente confeccionado por el Poder Ejecutivo y que es el que indica qué afecciones deben estar cubiertas por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, más conocidas como ART.
Este punto no es menor dado que, hasta el momento, muchas dolencias recurrentes que padecen los empleados no son reconocidas a los fines de una indemnización por dichas entidades, si bien son disparadoras de numerosos reclamos judiciales que suelen ser avalados por los magistrados y, consecuentemente, terminan encareciendo los costos laborales de las empresas.
En este contexto, se advierte cierto grado de consenso para incluir en la nómina de enfermedades del trabajo a las hernias, várices y lumbalgias, pero no así para incorporar, por ejemplo, al estrés laboral tan común en estos tiempos.
Así las cosas, la primera sesión del Comité Consultivo Permanente sobre la Ley de Riesgos del Trabajo comenzó a las 16 en la sede de la cartera laboral, donde el ministro de Trabajo Carlos Tomada dejó en claro ante unos 40 representantes empresarios y gremiales que el objetivo es "avanzar sin dilaciones" en la discusión de este tema.
Sin embargo, el funcionario aclaró que esto no implica un tratamiento "inmediato" aunque se espera que ya haya algunas definiciones concretas el próximo 5 de noviembre.
"Hubo un mensaje subliminal claro en que esta ley no era la normativa que le hubiera gustado al Gobierno, era lo que salió después de muchos años y había que trabajar en mejorarla. Este comité tiene la misión de que ese régimen funcione lo mejor posible, para no descuidar la prevención y que la cobertura del seguro sea lo más amplia posible", señaló a iProfesional.com uno de los integrantes del comité que prefirió mantener en reserva su identidad.
De la reunión también participaron la viceministra, Noemí Rial, y el superintendente de Riesgos del Trabajo, Juan González Gaviola. Asimismo, también estuvieron presentes dirigentes de la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Confederación General Empresarial de la República Argentina (CGERA), mientras que por el sector sindical asistieron delegados de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) de Hugo Yasky y la Confederación General del Trabajo (CGT) de Antonio Caló, ya que las centrales de Pablo Micheli y Hugo Moyano no fueron convocadas.
Esto no resulta casual si se tiene en cuenta que los gremios disidentes no aceptan los cambios implementados, al punto que la semana pasada se movilizaron juntos por segunda vez al Congreso para realizar un "abrazo" en rechazo a la nueva normativa justo cuando estaba siendo aprobada por la Cámara de Diputados por 139 votos a favor, 82 en contra y 2 abstenciones.
Hernias, várices y lumbalgias
Tomada afirmó que uno de los objetivos es incorporar al Listado de Enfermedades Profesionales a las hernias inguinales, várices y espondiloartrosis (lumbalgias) lo cual se condice con una iniciativa que el Gobierno había elaborado en el 2009 que iba a tomar forma mediante un decreto, pero finalmente se congeló.
Esa lista es actualmente uno de los principales ejes de rechazo del sindicalismo disidente respecto del sistema de riesgos del trabajo aunque también no es aceptada plenamente por la CTA que conduce Yasky.
"La CTA está de acuerdo en incluir esas tres enfermedades pero en realidad se tendría que abarcar toda contingencia relacionada con la prestación de trabajo", sostuvo el abogado de la CTA cercana al kirchnerismo, Hector O. García.
Y puntualizó: "El listado tiene 16 años de desactualización, es de 1996, queremos la apertura de todo el listado".
En este escenario, los empresarios advierten -en gran medida, debido a numerosos fallos de la Justicia laboral- que las patologías pueden ser extralaborales y que las causas de las enfermedades del trabajo pueden ser variadas.
Por ello, ahora se muestran dispuestos a ampliar el listado en forma limitada pero exigen a cambio que se fijen pautas precisas para que no recaiga bajo la responsabilidad de las compañías el pago de resarcimientos por dolencias que pudieron haberse generado por fuera del ámbito del trabajo.
"El ministerio está preocupado por avanzar lo antes posible y nosotros sostenemos que hay que incluir esas tres afecciones porque cuando se concede la licencia por enfermedad, las empresas la están pagando. Lo que nos preocupa es cómo se va a marcar la cancha", indicó un representante de la CAME que participó del comité consultivo y precisó que en esta reunión "no se habló de otras patologías".
Por otra parte, desde la UIA también mostraron ciertos reparos y dieron a entender que no será un tema de fácil resolución. "La premura existe, pero hay que estudiarlo", aseguró una fuente de la entidad a iProfesional.com.
Uno de los problemas que reconocieron este lunes desde la cartera laboral es que no existen estadísticas suficientes sobre los padecimientos excluidos del listado, por lo cual los datos surgen en base a las sentencias judiciales.
Así, los funcionarios concluyeron que la inclusión de nuevos casos al sistema contribuirá a su registración.
Asimismo, durante la reunión, las autoridades del ministerio de Trabajo plantearon además la necesidad de llegar a un acuerdo para corregir el baremo, es decir, la tabla a partir de la cual se establecen los porcentajes de incapacidad del trabajador accidentado como así también la adecuación normativa y operativa del trámite ante las polémicas comisiones Médicas, que han sido cuestionadas en numerosos pronunciamientos judiciales.
"El ministro dijo que es consciente de que no se podía aprobar algo ya, pero sostuvo que el comité va a tener continuidad y que hay que trabajar técnicamente cada sector con especialistas de higiene y seguridad", aclaró uno de los partícipes de la reunión.
De esta forma, además de poner sobre la mesa el tema de las comisiones médicas, se hizo mención a la necesidad de implementar las ART-MUTUAL -previstas en el Decreto 1720/2012- y a la evaluación de la política nacional en materia de salud y seguridad.
En este sentido, las autoridades consideraron "positivo" que surjan entidades "sin fines de lucro" para asegurar a los trabajadores, por lo que anticiparon que se trabajará en empalmar la legislación prexistente de mutuales y cooperativas con el régimen que regula a las compañías de seguros.
Un listado cerrado, en tela de juicio
Hoy existen innumerables enfermedades laborales que aún no integran el listado del Ejecutivo.
En este contexto, vale mencionar que la OIT incluyó a los trastornos mentales y del comportamiento como de índole profesional y dejó abierta la posibilidad de que se reconozca también a dolencias que no figuran en dicha lista, en tanto se haya establecido un vínculo entre la exposición a los factores de riesgo -que resulte de la actividad laboral- y las patologías contraídas por el empleado.
En tanto, en el ámbito judicial, desde hace unos años se advierte cierta tendencia de los jueces a hacer lugar a las demandas por resarcimiento de enfermedades padecidas por los trabajadores que no están contempladas por el régimen vigente porque consideran que "si guardan relación con las tareas cumplidas para la empleadora deben ser reparadas por fuera del sistema de la Ley 24.557, es decir, a través del derecho civil".
"El mobbing, el burn out, el estrés laboral son algunas de las enfermedades que sufren los empleados como consecuencia de las tareas que cumplen para la empresa, con consecuencias psicofísicas irreparables", indicó la profesora Andrea Mac Donald.
"Las mismas deberían estar incluidas en el listado cerrado", consideró la especialista.
En tanto, Juan Carlos Cerutti, socio del estudio Cerutti - Darago Asociados, explicó que "el inconveniente actual" es que dicha lista "no incluye problemas en la columna vertebral derivados de esfuerzos en el trabajo, por lo que quedan afuera también las hernias inguinales, abdominales, de disco, entre otras", un aspecto que, al menos, ya se está evaluando.
El problema para Cerutti es que "las ART responden por el listado, por lo que pueden no hacerlo por los padecimientos no incluidos".
"Por ende, las empresas deben afrontar reclamos en los tribunales que luego seguramente van a tener sentencia contraria, lo cual incluye gastos de abogados, peritos y el monto que se determine como indemnización", remarcó.
Y concluyó que, para el caso de que la nómina fuera ampliada, deberían incorporarse las enfermedades psicológicas.