En un panel picante junto a Gabriela Michetti y Alberto Fernández, el senador, planteó en su tierra que "la Argentina no se va a caer" y que si bien se perdió el superávit fiscal, se mantiene el comercial", frente a un auditorio pleno con más de 200 ejecutivos de finanzas en la 34° Convención Anual de la entidad.
El senador, fiel a su estilo confrontativo, rechazó los planteos de sus colegas sobre un claro deterioro de la situación económica y social del último lustro, en contraste con el previo, y resaltó que en todo caso "la Argentina tiene problemas por la alta volatilidad de los mercados internacionales, y por tanto no se va a cambiar nada".
Sobre esa base, Miguel Pichetto justificó que se prorrogará por otro año la Ley de Emergencia Económica, para que el Gobierno pueda mantener márgenes de maniobra frente a un mundo que no logra superar los efectos de la crisis mundial de 2008 y 2009".
Pese a que el panel político de la 34° Convención del IAEF en Bariloche tuvo una conformación heterogénea, porque participaron dos candidatos para las próximas elecciones y un referente del Frente Renovador, el análisis de "La Política que Viene" no pudo evitar el predominio del revisionismo, el cual no se detuvo en la última década, sino que también se remontó a los 90.
Según publicó Infobae, Alberto Fernández inició el debate destacando que "en los últimos años se quebraron las cinco reglas que existían hasta que asumió Cristina Kirchner en 2007: superávit gemelos (primario y comercial), desendeudamiento, acumulación de reservas, y negociación con el Club de París".
Semejante giro determinó, a juicio del ex Jefe de Gabinete de Ministros de Néstor Kirchner, que "la Argentina tuvo una vez más una crisis por pérdida de oportunidades. Hoy el país no es lo caótico que dicen los políticos de oposición, ni tampoco es el idílico que sostiene el cristinismo, pero mientras en los últimos cinco años se fueron u$s80.000 millones, en Brasil ingresaron 40.000 millones", remarcó
No obstante, Fernández, no pudo evitar hacer mención a los puntos de coincidencia con el Frente para la Victoria y concluyó que "la alternativa no es tirar todo por la borda, sino que hay que quedarse con lo bueno y corregir lo malo que se hizo y hacer lo que no se ha hecho en los últimos tiempos".
Por el contrario, más frontal, Gabriela Michetti, planteó que "hay otros caminos para cambiar al país y a la vida de las personas y detalló los logros de la Ciudad en los últimos seis años", pero no se arriesgó a hacer recomendaciones de política económica, ni a cuestionar el Presupuesto de Gastos y Recursos para 2014 que aprobó la Cámara baja.
Miguel Pichetto negó el escenario económico que describió Alberto Fernández, aunque reconoció problemas, a los que atribuyó al escenario internacional, si bien para eso debió remitirse a la crisis de 2008 y 09. "Hemos perdido el superávit fiscal, pero mantenemos el comercial y se puede trabajar en la sustitución de importaciones de bienes industriales, que es donde está en parte nuestro problema".
"Otro de los problemas que hemos tenido es el del crecimiento, con generación de 5 millones de empleos genuinos, porque ha generado el déficit energético, por eso el gran desafío es poner en valor el megayacimiento de Vaca Muerta", justificó.
"Nosotros no vamos a hacer ajustes", dijo después de que parte del auditorio comenzara a murmurar por su visión no compartida de la Argentina. Destacó que "a título personal, algo hay que hacer con el dólar", y cuestionó que "a diferencia de Brasil, acá (hay) muchos argentinos que no tienen sentido nacionalista, como algunos medios", y consideró que "las reservas se mantienen en un nivel razonable", por tanto resaltó que "la Argentina no se va a caer, no va al fracaso".
Pichetto "pidió a los bancos que hagan un replanteo porque no dice que no le presta al sector productivo porque no ofrece garantías, y cuestionó que "durante muchos años se considerara al Banco Central como un poder supremo, independiente del Gobierno, hemos comprado estupideces, que no se pueden tocar las reservas y que hay que endeudarse para pagar las deudas, como parte de las imbecilidad soberana".
Por eso aseguró que "hay políticas que no van a cambiar, como la inclusión social, la generación de empleos, el crecimiento del agro", aunque admitió que (seguramente después de las elecciones de octubre), "algunas medidas habrá que tomar", como la revisión de la política de retenciones y de reintegro de impuestos a las producciones de las economías regionales.
Concluyó Pichetto que "la Argentina va a recibir los u$s40.000 millones que necesita para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta, porque es un país seguro para la inversión extranjera", en respuesta a Gabriela Michetti que había resaltado que "La Argentina es la que se muestra más atrasada en materia de infraestructura y atracción de inversiones, pese a la década ganada