La semana pasada ante la insistencia de un grupo de periodistas, el canciller nacional Eladio Loizaga fue consultado sobre el rumor de la inminente dimisión de Duarte Frutos. El ministro de Relaciones Exteriores respondió que “no hay nada”, citando un mensaje de texto enviado por el expresidente.
Reiteró que no estaba en condiciones sino de desmentirlo, puesto que ni él ni el presidente de la República, Horacio Cartes, habían recibido nota de renuncia alguna por parte del jefe diplomático.
El canciller confirmó que el embajador se encuentra en el país, como varios otros que han venido para pasar las fiestas de fin de año. Supuestamente, Duarte Frutos está animado a volver a las actividades político-partidarias con el objetivo de iniciar campaña por una banca en el Senado en el 2018.
El exmandatario ya había sido electo senador en las elecciones generales de abril de 2008. Sin embargo, pese a varios intentos, no lo dejaron jurar en la Cámara Alta, bajo el argumento de que la Constitución, en su artículo 198, dice que los expresidentes de la República serán senadores vitalicios, con voz, pero sin voto. Por lo tanto, no podían presentarse a elecciones para integrar el Legislativo. En cambio, el expresidente Fernando Lugo pudo hacerlo.
Para los amigos todo...
Varios amigos y correligionarios fueron nombrados desde noviembre del 2013, cuando Nicanor asumió la embajada en Argentina. Mencionamos al cónsul en Buenos Aires, Armín Díez Pérez, exdiputado y secretario privado del expresidente Duarte Frutos.
También los ministros de Embajada: el empresario en Buenos Aires, Antonio Aranda Cuevas; el doctor Alfredo Porro y Bruno Jaén Bohorques. Este fue jefe de gabinete del ministro de Hacienda Ernst Bergen durante el gobierno de Duarte Frutos. Otros son el consejero Alberto Mendoza, exadministrador del Palacio de López; los segundos secretarios René Castillo, Jorge Bogarín Alfonso, Carlos Jiménez y Luis Gómez Sosa y el oficial Héctor González Ayala.