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El cordobés David Nalbandian, que junto con Horacio Zeballos le dio ayer a Argentina el punto de dobles y la clasificación a cuartos frente a Alemania, tuvo un regreso soñado a la Copa Davis, como líder y estandarte del equipo nacional.
El de Unquillo, de 31 años y hoy 88 en el ranking mundial, fue el más ovacionado en la previa al partido y también fue el más aplaudido en la cancha, pese a no estar en su mejor nivel. En la presentación, durante el juego y cuando terminó, quedó claro que Nalbandian es el símbolo del equipo.
“Larga vida al Rey David”, “Vamos David”, le gritaban desde las tribunas. Sin dudas, su presencia le dio calor y animó al público argentino, que acompañó al equipo capitaneado por Martín Jaite. “David es nuestra bandera”, rezaba justamente uno de los trapos que había colgados en la platea baja.
Durante toda la semana y después del encuentro, el cordobés y el resto del equipo se encargaron de resaltar “la unión del grupo” y que realmente la pasaban bien jugando esta competencia y compartiendo la concentración, algo que sólo pasa “pocas semanas al año”.
“Es como una obligación estar, se lo debemos a la gente. Es una forma de devolverle algo al público, que siempre nos da un apoyo impresionante”, declaró Nalbandian, y remarcó: “Es una de las pocas cosas por las que todavía sigo jugando. Fue una semana inolvidable”.
La última participación oficial de David en un partido de tenis había sido en agosto de 2012, cuando cayó en los cuartos de final del Winston Salem contra el ucraniano Dolgopolov.
Una serie de lesiones (desgarro intercostal, tirón en el sóleo) lo mantuvo alejado de las canchas por ocho meses, e incluso debió ver desde afuera la serie de semifinales ante República Checa, en septiembre último.
A diferencia de Juan Martín Del Potro, único top ten nacional (7), que dijo que iba a priorizar el circuito este año, Nalbandian presenció aquella serie de local y siempre se mantuvo cerca del equipo más allá de sus problemas físicos o resultados.
Con la ausencia de “Delpo”, quedó claro que el único rey es David, que tiene 12 años representando a Argentina en la Copa. Y que demuestra que la Davis le importa más que nada.