elEconomista America
- 8:36 - 28/05/2013
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.|EFE
El secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno, ha advertido que aplicará la Ley de Defensa del Consumidor con sanciones que, en su máxima expresión, podrían llegar a los 5 millones de dólares y hasta la clausura del establecimiento.
Después de que circularán rumores acerca de que organizaciones Kirchneristas podrían sancionar a los supermercados que incumplan con el acuerdo de los precios, el Gobierno ha aclarado que será Moreno, a través de su secretaría, quien pueda aplicar las sanciones.
Dos son las sanciones contempladas por la Ley de Defensa del Consumidor reformada en 2008: la posibilidad de aplicar multas de hasta cinco millones de pesos y la habilitación para clausurar establecimientos.
Una ley que, en su artículo 7, dice que "la oferta dirigida a consumidores potenciales indeterminados obliga a quien la emite durante el tiempo en que se realice, debiendo contener la fecha precisa de comienzo y de finalización, así como también sus modalidades, condiciones o limitaciones".
De esta manera se define el sistema de congelamiento de 500 productos que comenzará a regir el próximo sábado y que será obligatorio sólo para los súper e hipermercados. En esta etapa, y por una cuestión de imposibilidad de conseguir los 500 productos en tiempo, disponibilidad y precio, el resto de los comercios (incluyendo los súper chinos) quedarán fuera del régimen. El mes próximo también comenzará a regir la Supercard, que es la tarjeta que, impulsada por el Estado, emitirá el Banco Hipotecario, para realizar compras en los supermercados.
La lista de los precios de los 500 productos congelados se conocerá el jueves; y desde Carrefour, Coto, Walmart y Jumbo-Disco se comprometieron a que los productos estarán disponibles, que se los podrá encontrar dentro del establecimiento y que los precios acordados se respetarán. Fuera del acuerdo quedará la Patagonia. Respecto de la identificación de los productos congelados, los privados prometieron carteles identificatorios y hasta folletos a la entrada de los supermercados para poder saber cuáles son los ofertados.