"Mi sueño es la Selección argentina y no lo cambiaría por nada"

Tras los rumores de un interés por parte de Brasil, Lucas Pratto habló con Goal y dejó claro que antes quiere agotar todas las posibilidades para la Albiceleste.

"Al haber sólo dos equipos en la ciudad uno tiene que respetar ciertas cosas. Por ejemplo, hay que evitar salir con remeras azules (por Cruzeiro), porque eso puede ofender a alguien de mi equipo (Atlético Mineiro). Hay que cuidar qué declarar, primero porque corresponde y después porque soy un jugador muy respetuoso del rival". Podría ser una declaración de un futbolista que lleva un tiempo prolongado en un país y que tiene un arraigo particular. Sin embargo, la realidad demuestra que apenas lleva 10 meses en Belo Horizonte. pero algunas cosas suceden de una manera especial.

En un puñado de meses, Lucas Pratto creó su destino y se ganó la posibilidad de decir algo así, porque desde que desembarcó en Brasil todo resultó como lo esperaba y hasta casi mejor. Está tercero en la tabla de goleadores con 12 tantos (el primero es Ricardo Oliveira con 19) y Atlético Mineiro está segundo, con 62 puntos en el campeonato detrás de Corinthians. Un escenario casi perfecto.

Su potencia siempre resultó su seña particular distintiva, pero en Vélez tuvo la chance de demostrar que también tiene una cantidad de recursos que le permiten jugar como atacante con obligaciones de creación. En Brasil volvió a su estado natural, el de centro atacante. Estas particularidades despertaron la atención de varios, entre ellos la mirada de Dunga, el técnico del seleccionado brasileño. Sin embargo, Pratto, de 27 años, le contó a Goal.com que su sueño más grande es jugar con la camiseta de la Selección argentina y que trabaja a cada momento pensando en ello.

-Esta experiencia en Brasil te mantiene como un jugador importante, ¿cómo te hace sentir esta nueva situación?

-Van 10 meses que estoy acá y ya tuve la chance de hace muchos goles. Se dieron cosas con naturalidad, porque poder entrar en el equipo y en 10 o 12 partidos, lograr convertir ocho goles, es algo que facilita las cosas. Estoy muy bien. El cuerpo técnico y mis compañeros me hicieron sentir muy cómodo desde que llegué.

-El de Brasil, es un fútbol muy complejo para el argentino, ¿con qué juego te encontraste?

-El fútbol es muy exigente. Es igual o más duro que el de la Argentina. Es una dinámica que ya conocemos. Con equipos con mucha vocación ofensiva, con laterales que son casi delanteros. No importa si están primeros en la tabla o están peleando por el descenso. Atacan.​ Ojo, después del último Mundial es como que comenzaron a prestar más atención a la táctica. Porque más allá de que sigue siendo una liga muy fuerte, después del 7-1 (contra Alemania) es como que quedaron un poco dolidos. Entonces, ahora están más ocupados en volver a ser una potencia desde lo táctico. Es una liga muy complicada y hay que saber adaptarse.

-Alguna vez dijiste que aprendiste de Pizzi en Chile (Universidad Católica), en Vélez que creciste mucho, en Boca que sumaste experiencia junto a Palermo, ¿Qué te dio esta posibilidad de Brasil en donde estás jugando más como centro delantero definido?

-Estar en Vélez durante casi dos años jugando como media punta, con obligación de tirarme atrás para crear juego, me permitió crecer como jugador. Pero es real que al llegar acá tuve que cambiar mi juego. Me siento muy cómodo haciendo el trabajo que hacía en la Argentina, pero esta tarea que hago ahora es como volver a hacer lo que hacía en Chile o en mis comienzos en Boca. Estoy volviendo a hacer lo que hacía en inferiores. Acá el técnico me da libertades, pero me pide que me quede como referencia de área, porque tenemos delanteros que llegan fácil al fondo. Recuperé un poco esa idea de ser un centro delantero pleno. Había perdido esa costumbre, pero acá lo recuperé. Es que los delanteros por afuera sacan unos centro espectaculares y por eso me obligué a estar más adentro del área. Y como el juego es más rápido que en la Argentina, es que también le sumé más a mi físico en ese sentido.

-Se debate en la Argentina por la falta de un centro delantero clásico. Vos comentaste que en Brasil te estaban mirando, ¿vos estás ilusionado con la idea de tener una chance en la Argentina?

-Había algunas dudas de si yo podía en otra liga demostrar lo mismo que hacía en la Argentina. Me parece que demostré que puedo estar en competencia diferentes y hacerlo bien. Hoy tengo más ilusión y un poco más de esperanza de estar cerca de la Selección argentina. Sé que es difícil porque hay muchos y buenos jugadores. Pero después de escuchar que Martino dijo que citaba a Dybala para comenzar a ver otras opciones... La verdad es que mi sueño no me lo va a sacar nadie, porque siempre quise jugar en la selección de la Argentina. La esperanza está ahí y la fe también. Ojalá se pueda cumplir. Mientras tanto tengo que sostener mi nivel y mejorarlo porque la Argentina tiene delanteros que son los mejores del mundo. 

-¿Cómo fue el tema de Brasil y la comunicación de Dunga?

-Me llegó un comentario por medio de terceros. Por eso dije que me habían comentado que Dunga deslizó una idea de armar una selección local y que ahí mi nombre estaba en un hipotética lista. Pero mi sueño es jugar en la selección argentina y no lo cambiaría por nada. La idea de tener la nacionalización brasileña es más por una cuestión de organización familiar y poder tener a mis padres más cerca. Por eso mi abogado comenzó algunos trámites para que mi familia no tenga que problemas de visa de trabajo si es que quieren quedarse acá. La verdad es que no estoy pensando en la selección de Brasil, porque ese espacio sólo lo ocupa la Argentina.

-Esta experiencia en Brasil, ¿es como una especie de desafío que necesitabas asumir?

-Si Vélez hubiera estado en otra situación económica y hubiera podido sostener mi estadía en el club, me habría quedado siempre ahí. La determinación de venir acá lógicamente que fue económica, pero también deportiva, porque la liga brasileña exporta mucho. Incluso, lo hace mucho más de lo que yo pensaba. Me impactó la cantidad de jugadores que se van durante el año. En nuestro equipo tuvimos casi seis o siete salidas importantes del equipo en este 2015. Sean ventas o préstamos, los jugadores emigran. Brasil exporta el doble de lo que lo hace la Argentina. Y jugar en una liga tan compleja lo tomé como algo que tenía adentro y quería concretar. Ahora esto lo disfruto, porque también yo estoy más maduro. Antes uno quería todo rápido. También es cierto que como me están saliendo las cosas bien, hace que todo sea más fácil.

-En la Argentina ya se hablan de equipos para el año próximo y como tuviste un pasado en Boca, ¿te gustaría si aparece la opción de regresar a tu primer club?

-La verdad es que hoy pienso en quedarme en el exterior. No me ponga en la cabeza ni el compromiso ni la obligación de hacer cosas que no quiero. Ahora entiendo que tengo que estar acá y cumplir, si es posible, los cuatro años de contrato. Cuando me fui dije, y lo sostengo, que el día que retorne a la Argentina, que espero sea dentro de bastante, le daría la prioridad a Veléz de contratarme, porque se portaron siempre muy bien conmigo. Me trataron siempre de manera genial.

-Cuando llegaste a Brasil, ¿imaginabas que ibas a estar tan rápido entre los goleadores de la liga?

-La verdad es que no. Pero lo disfruto y me pongo en la cabeza seguir marcando para mejorar yo como profesional y seguir creciendo en mi carrera.

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