Menos turistas extranjeros para la Argentina

AUNQUE en todo el mundo, a pesar de la mala situación económica generalizada, se han mantenido o han crecido las tasas turísticas, en la Argentina se calcula que, por sus elevados precios, menos turistas internacionales visitan el país.

Según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el número de turistas internacionales ha aumentado un cuatro por ciento, porque la necesidad de viajar supera las dificultades económicas. Las regiones líderes han sido esta vez Asia, África y América latina, incluso con crecimientos superiores al cinco por ciento.

Por el contrario, en 2012, la caída del turismo internacional en la Argentina se notó: según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), entre enero y octubre llegaron al país 2.132.259 turistas no residentes, es decir, 3,7 por ciento menos que en el mismo período del año anterior, cuando la Argentina lideraba el crecimiento en la llegada de visitantes extranjeros.

Para la consultora especializada en turismo HVS Sudamérica, las causas del descenso hay que buscarlas en la inflación y el cepo al dólar, cuya combinación hace que la Argentina se haya puesto muy cara. Estas observaciones fueron puntualmente rechazadas por el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, quien publicó una columna sobre el tema de la actividad turística en un diario económico, días después. Para el ministro, se había evitado mencionar todas las veces que en la cantidad de turistas que creció en el extranjero hay un buen número de compatriotas que eligieron esos destinos para sus vacaciones, hecho que sólo sería posible "a partir de un desarrollo económico y social en el marco de un modelo cada vez más inclusivo".

De la misma manera, arguye el ministro, hay otra realidad turística destacada y es la que ponen de manifiesto los cada vez más frecuentes fines de semana largos en la Argentina. Según Meyer, este movimiento turístico interno no tiene precedentes. Para sustentar su posición, Meyer también recordó que en los fines de semana largos hay un incremento de viajeros de más del 40 por ciento, comparado con 2011.

Evidentemente, las mismas estadísticas pueden ser leídas de varias maneras. En los recientes y sucesivos años de crisis económicas, muchos argentinos, a los que indudablemente les gusta viajar al extranjero, vieron reducidas sus posibilidades económicas y decidieron hacer "turismo interno", con lo cual las cifras fácilmente favorecieron a los destinos locales.

De la misma manera, puede suponerse que el hecho de que haya disminuido efectivamente el turismo internacional que elige a la Argentina no se debe ni a que hayan cambiado los muchos atractivos naturales ni culturales, ni a que el servicio haya desmejorado. En realidad, puede afirmarse todo lo contrario, porque en el rubro hotelería y atención al cliente el país ha alcanzado aceptables niveles de calidad.

Si nuestro país les parece caro a los extranjeros y las agencias de viajes lo perciben como un destino "inseguro", no es por capricho ni por manifiesta mala voluntad hacia la Argentina. Los que se ocupan del turismo internacional no se dejan ganar por las emociones ni las simpatías políticas; para ellos se trata simplemente de un muy buen negocio. Habrá que pensar entonces que las razones son, efectivamente, las que dicen las consultoras y no una simple percepción subjetiva..

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