“Menos trabajo y carne cara para todos y todas”. Este debería ser el título de un nuevo Plan del Gobierno Nacional, si tuvieramos un gobierno sincero.
Porque a partir de este lunes 22 de diciembre cerrarán sus puertas siete plantas frigoríficas exportadoras en nuestro país, de acuerdo al anuncio del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires.
Aunque en principio el cierre es temporario, la noticia no es noticia, aunque duele cada vez más: en lo que va de la gestión kirchnerista, Argentina perdió 10 millones de cabezas de ganado y cerraron 132 frigoríficos. Todo, bajo el pretexto de bajar el precio de la carne en la góndola.
Mientras, las exportaciones cayeron 78 por ciento y nuestro país bajo del tercer al décimo segundo puesto como país exportador y además seguimos sin cumplir la Cuota Hilton.
¿El resultado? Menos trabajo y carne más cara para todos y todas.
El que paga es siempre el trabajador. Cuando quiere comprar y cuando pierde su trabajo: así, mientras que el precio de la carne se multiplicó por cuatro, en estos 12 años se perdieron 16.650 fuentes de trabajo. Y vamos por más.
¿Para esto envió la Presidente el proyecto de ley para confiscar el Instituto de Promoción de Carne?
Es imprescindible tener una política de estado para la producción: eliminar las barreras a la exportación (ROEs), cumplir los compromisos internacionales, conquistar nuevos mercados, eliminar las retenciones y fomentar a los pequeños y medianos productores. Pero SOBRETODO, DEJAR DE MENTIRLE A LA GENTE.
Es imprescindible que aprovechemos la oportunidad que nos dan las urnas en el 2015.
Juan Casañas
Diputado de la Nación
UCR-Tucumán