“Me dijo que Irán va a cumplir con todo lo que acordó”

Desde Nueva York

El gobierno de Irán ratificó ayer que el Memorándum de Entendimiento que firmó con Argentina por la causa AMIA fue aprobado. Así contestó la primera de las preguntas que la presidenta Cristina Kirchner planteó el martes pasado al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. El tema quedó aclarado por el canciller de Irán, Javad Zarif, en el encuentro que mantuvo con su par Héctor Timerman. Respecto de los otros reclamos argentinos, en cuanto a que se ponga fecha a la integración de la comisión de juristas que está establecida como el primer punto del acuerdo y el viaje del juez federal Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman a Teherán, quedaron en resolverlo en una reunión de equipos técnicos de ambos países que se realizará en Ginebra en la primera quincena de noviembre.

El encuentro arrancó a las diez de la mañana en el North Law Building, el edificio más pequeño y más nuevo de las Naciones Unidas. Estaba pautado que durara veinte minutos pero se extendió por una hora, dato celebrado como auspicioso por la comitiva argentina, porque demuestra –argumentaron– “que para ellos la causa AMIA es importante”. “Me dijo que fue la reunión más larga que mantuvo aquí, duró el doble que la de John Kerry” (el secretario de Estado norteamericano), comentó risueño Timerman, en un breve contacto con la prensa. La reunión se dividió en dos partes. Cuando los cancilleres escucharon lo que cada uno tenía para decir por la mañana, quedaron en llamar a consulta a sus respectivos presidentes para dar la respuesta final que definieron en un encuentro de veinte minutos a la tarde.

Zarif se encuentra llevando adelante múltiples negociaciones simultáneas por estos días, consecuencia de la voluntad del nuevo presidente Hassan Rohani de encarrilar los varios frentes de conflicto que tiene abiertos su país y que lo condujeron a una complicada situación en el escenario internacional. La más notoria, la conversación que comenzó con seis potencias –con Estados Unidos a la cabeza– para poner bajo la lupa su plan de desarrollo nuclear. “Nos parece que en una semana en que Estados Unidos e Irán vuelven a conversar, esto muestra que para ellos esto también es importante”, dijo Timerman.

Conversaciones

El Memorándum por la AMIA fue suscripto en enero y consiguió una votación rápida por parte del Congreso argentino. En cambio, el Parlamento de Irán no dio muestras de querer tratarlo, por lo que el entonces presidente Mahmud Ahmadinejad resolvió aprobarlo por decreto en mayo. Irán entró en campaña electoral y el candidato del oficialismo perdió. Por eso había dudas acerca de qué validez le otorgaba a esa decisión la nueva administración. Ayer, Zarif le detalló a Timerman que el Memorándum en verdad fue aprobado por el Consejo Nacional de Defensa que encabeza el presidente de la República y luego ratificado por el líder supremo de la Revolución, instancia obligatoria en Irán. “Así que se han cumplido todos los procesos legales”, le explicó.

De esa manera, Irán respondió al primer gran interrogante planteado por el gobierno argentino. Una vez confirmada la aprobación, entonces, el apremio del Gobierno pasa por verlo en marcha cuanto antes. El primer paso del acuerdo es conformar la Comisión de la Verdad –nombre que le ha valido críticas de opositores y especialistas– que integrarán cinco juristas, dos designados por cada país –que no deben ser ni argentinos ni iraníes– y un quinto de común acuerdo. Además, algo que a priori se presenta como más complicado, también pretende que se ponga fecha al viaje del juez y el fiscal de la causa a Teherán para interrogar a los cinco procesados y con pedidos de captura de Interpol.

No trascendieron detalles sobre los puntos en los que había desacuerdo entre ambos cancilleres, lo que dio lugar a que se abriera un cuarto intermedio para hacer consultas. La solución fue organizar una reunión de equipos técnicos en Ginebra para noviembre. La ciudad suiza, que también alberga una sede de las Naciones Unidas, ya vio reuniones entre los cancilleres y también entre equipos de abogados de ambos países durante el año pasado, cuando se discutían los pormenores del Memorándum de Entendimiento. Según coincidieron ayer, es muy probable que Timerman y Zarif también viajen para participar del encuentro e intercambiar allí las respectivas “notas reversales”, un paso diplomático necesario para que se considere que el acuerdo entró formalmente en vigencia.

Rosas

Las novedades las reveló Timerman por la tarde cuando apareció sonriente junto a su vicecanciller Eduardo Zuain y asesores en el Rose Garden, una delicadeza de las Naciones Unidas –un jardín con rosales frente al East River–, utilizado aquí para contactos informales entre los funcionarios y la prensa. Fue el cierre de un magnífico sábado soleado de Nueva York con ya muy poca gente dando vueltas por el edificio de la ONU y mucha por los distintos parques de la ciudad, especialmente en el Central Park donde se celebraba el Día del Ciudadano Global.

“Esperamos armar una hoja de ruta para implementar cada uno de los puntos del acuerdo”, explicó allí. Aclaró que los ítems a discutir eran más que las dos fechas ciertas que reclama Argentina aunque no reveló cuáles. “El acuerdo tiene nueve puntos. Hay un montón de tecnicismos que allanar y llevarlo a una forma práctica de cumplimentarlos”, respondió. De paso, descartó que en esa reunión de técnicos se pueda cambiar algo de lo ya aprobado formalmente por ambos gobiernos. “Los cancilleres coincidimos en que todos los puntos del Memorándum tienen que ser concluidos”, avisó.

El canciller no quiso ser terminante en cuanto a la voluntad iraní de cumplir con lo acordado luego de tantas vueltas. Citó las declaraciones del día anterior de la encargada de América latina del Departamento de Estado, Roberta Jacobson. “No es un problema de deseos, sino de ver realidades”, repitió. Aunque aclaró que “Argentina va a cumplir con todo lo que dijo y, por lo que me dijo el canciller Zarif, Irán también va a hacerlo con todo lo que acordó”.

Timerman se volvió ayer a Buenos Aires luego de una semana de reuniones en Nueva York. El martes, la Presidenta pidió respuestas para sus interrogantes sobre el Memorándum. Uno de ellos fue respondido y los otros entraron en una negociación que se resolverá en unas semanas. En la comitiva argentina aseguraban que el balance era bueno aunque tampoco descorchaban botellas. “Estamos conformes”, repetían.

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