Era una noticia que se venía anticipando: Brasil sobrepasaría este año a la Argentina como segundo exportador mundial de maíz, detrás de los Estados Unidos.
Pero ayer lo ratificó la consultora Informa Economics FNP, según la cual Brasil alcanzó en 2012 una cosecha récord que le permitió exportar casi 20 millones de toneladas, duplicando sus envíos del año pasado.
Lo crucial fue el clima. Por un lado, Argentina afrontó una fuerte sequía que impactó con dureza en la cosecha de maíz. Y las cifras finales de exportación en 2012 terminarían en el orden de los 16,7 millones de toneladas.
La falta de agua también golpeó a Estados Unidos, primer productor mundial y hoy un consumidor más intensivo que nunca de maíz por la industria de bioetanol de maíz. Eso llevó a ese país a habilitar la importación de etanol brasileño y creó un vacío en el mercado mundial que también benefició a Brasil.
Brasil cuenta con menos ventajas productivas para el maíz que Argentina. Tiene grandes extensiones de tierra disponible, pero su clima en general más cálido y húmedo hace que el cultivo sea más costoso por la necesidad de aplicar más herbicidas y plaguicidas.
El desplazamiento de Argentina al tercer puesto exportador, con todo, no es atribuido solamente a una cuestión climática.
La progresiva devaluación del real en un contexto de inflación contenida en Brasil ha sido un fuerte incentivo para el agro brasileño en general. Al contrario, en Argentina el complejo agroexportador recibe su pago en dólares a una cotización oficial cada vez más alejada de los precios internos, que suben al compás de una inflación mayor a la tasa de devaluación.
Pero, además, la exportación de los principales granos argentinos –soja y maíz– está sometida a las retenciones a las exportaciones.
En el caso del maíz, por si fuera poco, la exportación ha perdido previsibilidad porque desde hace años está sometida a la fijación de cupos cambiantes que establece el Gobierno nacional, lo que dificulta aún más a los productores argentinos predecir cuál será el precio de su producción una vez cosechada.
El argumento del Gobierno para fijar esos cupos y retenciones es la defensa de “la mesa de los argentinos”, como dijo alguna vez Cristina Fernández, y la voluntad de avanzar hacia una mayor industrialización de los granos, transformándolos en carnes o biocombustibles.
Paradójicamente, es Brasil, que no aplica ni cupos ni retenciones, el que más avanza también en esa línea. Ya es el mayor exportador mundial de carne vacuna y aviar, mientras Argentina ha desaparecido del ranking de los 10 mayores exportadores mundiales de carne vacuna.
Ambev, la mayor
En América latina. La firma brasileña Ambev (cervecería surgida de la fusión de Antarctica y Brahma) lideró la lista anual de empresas más valiosas en la región medida por valor bursátil en 2012, desplazando a la petrolera estatal colombiana Ecopetrol, que bajó a la segunda posición, según informó la consultora Economática. El valor de mercado de Ambev en 2012 fue de 129.300 millones de dólares, cifra que supone una variación acumulada del 40,8 por ciento en el año, seguida por Ecopetrol, con 126.700 millones de dólares. Petrobras sigue en la lista con 124.700 millones de dólares.