El electo presidente de Argentina, Mauricio Macri, descartó que su país vaya a prescindir del gas boliviano y más bien destacó el “importante rol” que tiene Bolivia para “volver a integrar la matriz energética de la región”. Admitió que el gas que importa de ultramar es caro y tiene inconvenientes.
“Tenemos que volver a integrar la matriz energética de la región, donde Bolivia tiene un muy importante rol para el país del cual no tenemos por qué prescindir”, dijo Macri tras sostener una reunión el viernes en Santiago con la gobernante de Chile, Michelle Bachelet, según una nota de prensa publicada en el diario bonaerense Clarín.
También fue enfático al señalar que su país estudia la posibilidad de sustituir progresivamente las importaciones del energético que llega de mercados de ultramar a través de barcos metaneros. “Lo que debemos hacer es ir disminuyendo las importaciones extrazona que son caras y tienen inconvenientes”, puntualizó Macri.
Argentina recurre actualmente a tres fuentes para su abastecimiento de gas natural: producción interna, importaciones de Bolivia y compras de GNL (Gas Natural Licuado) de barcos metaneros. En este último caso, el energético es regasificado en puerto e inyectado al sistema de gasoductos troncales de la nación vecina.
DEMANDA. El consumo interno de gas natural en Argentina ronda los 150 millones de metros cúbicos por día (MMmcd). Las importaciones de Bolivia representan aproximadamente el 10% de ese total. En el último mes, los envíos a ese país fluctuaron en promedio entre los 15 y los 16 MMmcd.
Antes de concluir sus funciones en el país, el embajador de Argentina, Ariel Basteiro, declaró el 26 de noviembre que “no hay un futuro promisorio” para las exportaciones de gas boliviano porque el nuevo gobierno de su país, encabezado por Mauricio Macri, reducirá las compras y preferirá hacerlo de mercados de ultramar.
El diplomático, quien fue condecorado con el Cóndor de los Andes por el Estado boliviano, adelantó entonces que esta política, junto a otras que prepara la administración de Macri, se aplicarán a partir de este mes porque sus ministros vienen de empresas multinacionales. Por este motivo, añadió Basteiro, “no hay un futuro promisorio” para el energético boliviano.
“Las políticas de Macri están más apuntadas a bajar el consumo de energía en Argentina y, por tanto, la demanda (de gas) va a ser menor por parte de Argentina. El otro tema es que tiene una visión comercial o muy de negocios de dónde o cómo comprar el gas y yo expliqué que hay barcos gasificadores que venden el gas a un precio menor que el que Argentina paga a Bolivia”, señaló entonces.
Cinco días más tarde, el 1 de diciembre, el presidente Evo Morales afirmó en una conferencia de prensa que los “contratos se respetan”. “Hay un contrato (de compra-venta) firmado, un convenio firmado sobre el tema del gas; si el Gobierno (argentino) plantea revisar los contratos, será (parte de) la negociación, pero los contratos se respetan”, manifestó.
El contrato de compra-venta de gas natural entre las estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Energía Argentina SA (Enarsa) fue suscrito en 2006 con una duración de 21 años a partir del 1 de enero de 2007. El convenio establece el envío de un volumen inicial de 7,7 MMmcd durante los tres primeros años, con posibilidad de incrementarse hasta alcanzar los 27,7 MMmcd, manteniendo este nivel hasta la finalización del contrato.
El Gobierno prevé en el proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado (PGE) 2016 que Argentina demandará el próximo año un promedio de 14,98 MMmcd del energético, cuando, según la adenda suscrita con ese país, se establece para el periodo 2016-2017 un volumen mínimo de 19,9 MMmcd y un máximo de 23,4 MMmcd.
‘Tienen que haber vías para un acuerdo’
Mauricio Quiroz / La Paz
Luego de visitar Brasil, el mandatario electo de Argentina, Mauricio Macri, visitó el viernes por la noche a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en el palacio de La Moneda de Santiago.
Tras el encuentro formal, el futuro gobernante argentino se refirió brevemente al reclamo marítimo planteado por Bolivia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde pide que ese tribunal declare que Chile estará obligado a negociar una salida al mar sobre la base de compromisos unilaterales planteados a lo largo de la historia.
“Claramente espero, y apostamos desde Argentina, que dos pueblos hermanos encuentren una solución a este conflicto (...). Tienen que haber vías para llegar a un acuerdo”, declaró Macri a los periodistas de acuerdo con el reporte divulgado por radio Bio Bio.
BILATERAL. Poco antes de formular esa declaración, el Presidente electo afirmó que el tema en concreto era bilateral y por lo tanto “ajeno” a su país.Mauricio Macri, poco antes de llegar a La Moneda, se reunió con el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, con el propósito de repasar la agenda bilateral. Ya en contacto con los periodistas, el político argentino, que el 10 de diciembre asumirá la presidencia de su país, explicó que con Bachelet no logró ahondar en los detalles de la demanda marítima, pero insistió en apoyar la integración regional.