Macri aumenta las esperanzas de un renacimiento económico …

Mientras Mauricio Macri se convierte en el primer presidente argentino en más de una década en reunirse con la élite financiera mundial en Davos, también espera distanciarse del pasado mutando a Argentina en un inusual punto positivo dentro de los mercados emergentes.

Ahora que una nube flota sobre la mayoría de las economías emergentes después de la caída de los precios de las materias primas, es un momento dificilísimo para que el ex gobernador de la Ciudad de Buenos Aires diseñe un cambio para el futuro de Argentina. Pero muchos inversores se muestran muy optimistas en cuanto a la tercera mayor economía de América Latina, a medida que Macri encabeza una iniciativa para normalizar las relaciones con la comunidad internacional después de su victoria en las elecciones de diciembre.

Una reunión planeada en Davos entre Macri y David Cameron, del Reino Unido, podría allanar el camino para lograr un acuerdo por las tan disputadas Islas Malvinas en el Atlántico Sur. Se espera que pronto el nuevo gobierno de centro-derecha de Argentina anuncie un préstamo de u$s 5.000 millones por parte de un grupo de bancos internacionales encabezado por JPMorgan y HSBC para aumentar las reservas del banco central, agotadas por el anterior gobierno izquierdista.

"Macri toco tierra corriendo", aseguró Edward Glossop, economista de Capital Economics, con sede en Londres.
Pero si bien el nuevo gobierno pro mercado, ha tenido un "comienzo fuerte" – incluyendo una devaluación bien recibida – aún deberá enfrentar difíciles desafíos en el futuros, advirtió Glossop.

Entre esos retos se encuentran reducir la inflación cercana a 30%, un déficit fiscal de casi 8% y la pelea de una década con los acreedores "holdouts" en EE.UU. que están bloqueando el acceso de Argentina a los mercados de capital internacionales.

En un intento por ponerle fin a la saga de la deuda, Argentina presentará una propuesta antes de lo esperado al grupo de hedge funds dirigido por el multimillonario estadounidense Paul Singer, la próxima semana, según funcionarios del gobierno. Pero es vital obtener el apoyo para lidiar con los "buitres", como se los conoce en Argentina, en un Congreso dominado por la oposición. Sin embargo, es alentador que Sergio Massa, un influyente líder de la oposición, haya aceptado la invitación de Macri para que lo acompañe a Davos.

En cuanto a abordar los desafíos económicos, Alfonso Prat-Gay, el ministro de Hacienda y Finanzas, anunció la semana pasada planes para reducir en un punto porcentual el déficit fiscal primario y bajar la inflación hasta algún punto entre 20 y 25%, un objetivo que los economistas de Bank of America Merrill Lynch describen como "muy ambicioso".

Con la devaluación de 30% del peso argentino eliminó los estrictos controles de capital establecidos por la ex presidenta Fernández de Kirchner en 2011, pero alimentó los temores de una mayor inflación a pesar de que los economistas de Barclays describieron la medida como "perfectamente orquestada".

Además, medir la inflación – un paso importante para recuperar la confianza de los inversores– sigue siendo difícil hasta que el INDEC aplique un nuevo índice de precios al consumidor, lo cual se espera suceda en septiembre, para sustituir el indicador anterior ampliamente desacreditado.

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