(Aica) La cpula episcopal, compuesta por el presidente del episcopado, monseor Jos Mara Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz; el vicepresidente primero, monseor Virginio Bressanelli, obispo de Neuqun; el vicepresidente segundo, monseor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y su secretario general, monseor Enrique Egua Segu, obispo auxiliar de Buenos Aires, reafirm que no todo lo tcnicamente posible es tica y jurdicamente aceptable.
En una reflexin difundida esta tarde, sostuvieron que la trasmisin de la vida humana goza de tal dignidad que no puede estar sometida a parmetros tcnicos, y advirtieron que entre los bienes afectados se encuentra el derecho a la identidad de los nios concebidos. Tambin mostraron preocupacin por lo que consideraron una legalizacin de nuevas formas de manipulacin de vidas humanas en etapa embrionaria.
La ley, en su artculo 2, dispone que estas tcnicas se apliquen para conseguir un embarazo. Ms all de las consideraciones bioticas de fondo, entendemos que ello refleja una finalidad claramente reproductiva en el espritu de la ley que excluira cualquier posibilidad de destruir embriones, expresaron los obispos, a la vez que exhortaron a prohibir cualquier forma de destruccin de embriones humanos o su utilizacin para fines comerciales, industriales o de experimentacin.
Nuestro pas tiene una sabia y humanista tradicin jurdica de proteccin de la vida humana desde la fecundacin –recordaron-. Esta proteccin, lejos de ser expresin de una visin religiosa, es manifestacin del respeto que merece cada vida humana y que est en la base del funcionamiento del sistema de derechos humanos.
Asimismo, la comisin ejecutiva puso en evidencia que en Europa se debate ahora la proteccin de los derechos de los embriones humanos contra toda forma de manipulacin y destruccin, y recordaron que el mismo papa Francisco alent estas iniciativas, dadas a conocer bajo el rtulo Uno de nosotros.
Texto completo del comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina:
Reflexiones ante la sancin de la Ley de acceso integral a la reproduccin mdicamente asistida
Como Iglesia, nos hemos pronunciado en diversas ocasiones sobre las tcnicas de procreacin artificial, buscando llevar esperanza a las personas involucradas en situaciones de infertilidad y esterilidad, pero tambin sealando que no todo lo tcnicamente posible es tica y jurdicamente aceptable.
El 27 de abril de 20121 recordbamos que en caso que se llevase adelante la fecundacin extracorprea, el ser humano concebido de esta manera tiene el mismo estatuto, dignidad y derechos que cualquier otro. La trasmisin de la vida humana goza de tal dignidad que no puede estar sometida a parmetros tcnicos. Entre los bienes afectados est el derecho a la identidad de los nios concebidos. Adems, la recientemente sancionada ley de acceso integral a la reproduccin mdicamente asistida genera preocupacin por la legalizacin de nuevas formas de manipulacin de vidas humanas en etapa embrionaria.
La ley en su artculo 2 dispone que estas tcnicas se apliquen para conseguir un embarazo. Ms all de las consideraciones bioticas de fondo, entendemos que ello refleja una finalidad claramente reproductiva en el espritu de la ley que excluira cualquier posibilidad de destruir embriones.
Luego de la sancin de la ley, para limitar daos y contribuir al bien comn, es necesaria una expresa prohibicin de cualquier forma de destruccin de embriones humanos, o de su utilizacin para fines comerciales, industriales o de experimentacin.
Nuestro pas tiene una sabia y humanista tradicin jurdica de proteccin de la vida humana desde la fecundacin. Esta proteccin, lejos de ser expresin de una visin religiosa, es manifestacin del respeto que merece cada vida humana y que est en la base del funcionamiento del sistema de derechos humanos.
En el plano internacional se verifica un intenso debate en torno a la proteccin de la vida embrionaria. En Europa se ha lanzado la iniciativa Uno de nosotros que promueve que en todo el mbito de la comunidad europea se proteja a los embriones humanos contra toda forma de manipulacin y destruccin. Por ello es importante definir el reconocimiento del inicio de la vida humana desde la existencia del embrin. El Papa Francisco en persona ha alentado esta iniciativa en su alocucin del 12 de mayo de 2013 afirmando: invito a mantener viva la atencin de todos sobre el tema tan importante del respeto por la vida humana desde el momento de su concepcin.+